Los contagios entre sanitarios están aumentando. | Teresa Ayuga

La consellera de Salud, Patricia Gómez, ha admitido este lunes que actualmente lo que más le preocupan son los sanitarios contagiados de COVID-19. En concreto, hay 184 positivos y un total de 292 en seguimiento (incluyendo a los activos). La preocupación se intensifica en los centros sanitarios más pequeños, por contar con menos trabajadores. Gómez ha recordado que en las últimas jornadas se han contabilizado más de 1.000 positivos diarios en Baleares, salvo este lunes porque se han realizado menos pruebas. El portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, ha precisado que de los 477 positivos registrados este pasado domingo, 255 fueron de ómicron. Además, ha informado que la incidencia acumulada a 14 días es de 943 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la de siete días es de 440, pero ha pedido no confiarse porque estos días se hacen menos pruebas y aún faltan los contagios de las fiestas de Navidad.

Por las muestras analizadas en Son Espases, se puede decir que «ómicron ya es casi mayoritaria», lo que tiene una incidencia directa en la presión asistencial. «Lo que vemos más claro es que las vacunas están funcionando bien porque a mayoría de casos son leves, la presión hospitalaria aumenta de manera más lenta; sí ha destacado que Atención Primaria da cobertura a 15.300 personas», ha manifestado el portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas.

Arranz ha querido poner de manifiesto el papel que están desempeñando las vacunas y ha explicado que el 25 enero del año pasado había unos 10.000 casos activos y los hospitalizados suponían un 4,4 % del total; un 1,1 % en la UCI. Ahora están ingresados el 1,5 %; en la UCI, el 0,4 % del total de los casos activos. Este descenso se debe a la vacuna y a que ómicron parece más leve. Sin embargo, ha advertido que mientras más casos haya, más personas necesitarán hospitalización.

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Gómez, por su parte, ha pedido a las personas con obesidad que se vacunen porque es un factor de riesgo y se han dado varios casos de jóvenes con obesidad y sin vacunar que han entrado en la UCI; los no vacunados entran cuatro veces más en la UCI. La consellera ha reconocido que esto le genera cierta frustración y ha animado a los que no lo han hecho a que se inoculen, así como a vacunar a los niños y a ponerse la tercera dosis. Ha recordado que hace un año que comenzó la vacunación. Sin embargo, ha asegurado que la vacuna por sí sola no es suficiente, por lo que ha apelado a la responsabilidad social.

Otro dato relevante es que la franja de mayores de 70 años está estabilizada, la de mayores de 60 lo está haciendo y en la de mayores de 50 años empieza a verse. Arranz lo atribuye a la dosis de refuerzo. La franja que tiene más incidencia es la de 20 a 29 años y es la que está más acelerada. En este punto, ha advertido que ahora viene Fin de Año, por lo que ha pedido a los jóvenes que intenten disfrutar de estas fiestas de una manera segura. El Govern pondrá en marcha un plan especial de inspecciones.

El portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas ha animado a ponerse la tercera dosis porque aumenta de forma importante la inmunidad y para la variante ómicron es correcto en el caso de enfermedad grave. Lo que no se sabe es cuánto dura esa mejora de la inmunidad. Además, se han estabilizado los contagios en las personas que se han puesto la tercera dosis, aunque son las personas que se exponen a menos riesgos (no van al ocio nocturno, se ponen bien la mascarilla...). «Las vacunas están diseñadas e ideadas para la enfermedad grave; aunque dificulta el contagio, no es su objetivo primordial», ha precisado.

Preguntado por si ómicron es el principio del fin ha querido ser «bastante más cauto» y ha explicado que no tenemos la experiencia de cómo se pasa de pandemia a endemia (enfermedad que va a estar siempre con nosotros). En este punto, ha señalado que podría pasar algo parecido a la gripe y ha reconocido que podría pasar con ómicron, si no hay otras mutaciones. Sin embargo, ha precisado que en este caso no hay estacionalidad, por ahora, porque ha habido brotes en momentos de gran relación social, lo que complica mucho que se puedan hacer previsiones, aunque es posible que pueda suceder; incluso se le podría cambiar el nombre. Arraz cree que para esto aún falta tiempo porque aún no tenemos suficiente información de ómicron. A su modo de ver, sería muy lamentable considerar a ómicron simplemente como un catarro, «eso sería nefasto»