Una imagen correspondiente al CEIP Sa Joveria. | Marcelo Sastre

Relativa y aparente normalidad en el retorno a las aulas tras las vacaciones navideñas. La expansión de contagios en la sociedad se ha trasladado a los centros educativos tras unas semanas de contactos familiares y sociales, si bien los porcentajes de incidencia en la enseñanza siguen siendo muy inferiores a los generales.

No obstante, se extiende en todo el sector educativo un cierto temor a que los contagios continúen proliferando durante las próximas semanas, lo que podría complicar aún más las tramitaciones de bajas y sustituciones, que empiezan a ser problemáticas. Así, la Conselleria balear de Educación comunicó ayer que 300 docentes de la enseñanza pública están de baja por la COVID, la inmensa mayoría por ser positivos, aunque también los hay por ser contacto estrecho y no estar vacunados.

Cifras por islas
El porcentaje de docentes públicos afectados por la COVID es muy bajo, de tan sólo el 1,8 % de un colectivo de unos 16.000 profesionales, cuando, a nivel estatal, el sindicato CCOO calculó ayer que la incidencia oscila entre el 4% y el 6 %. Según la Conselleria, el mayor impacto se da en Infantil y Primaria, que concentraría 255 de las bajas de docentes públicos. Por islas, Mallorca registraría 240 bajas y habría 47 en Ibiza, nueve en Menorca y otras cuatro en Formentera.

El mismo departamento autonómico anunció ayer que su grupo de docentes para sustituciones rápidas en Infantil y Primaria se ha incrementado en 20, pasando de 60 a 80. En el inicio de curso, este colectivo de sustituciones rápidas estaba compuesto por 30 maestros, siendo duplicado hace unos días. Ayer mismo se decidió incrementarlo hasta 80. Los 60 disponibles hace unos días ya se han incorporado. No se descartan nuevos incrementos según las necesidades de los centros.

51
PROFESORES DE BAJA

Un total de 51 profesores, según la Conselleria de Educación y Formación Profesional, se ausentaron de las clases ayer debido a factores relacionados con el Covid-19.

En lo que se refiere a Secundaria (institutos), para cubrir las bajas se está recurriendo a la bolsa de interinos y a la reorganización de los propios centros a través del profesorado de guardia.

La Conselleria reconoce que «las próximas semanas pueden ser complicadas, pero, teniendo en cuenta el impacto actual de la pandemia en todos los ámbitos, el número de bajas docentes por ahora es asumible. Los contagios en los centros no llegan al 4 % del total, pero debe más vacunaciones entre 5 y 11 años, que a día 3 de enero eran sólo del 16 %. Esperamos que a finales de febrero casi todo el alumnado esté vacunado».

Las valoraciones
En Ibiza sí se notaba ayer que había algo menos de alumnos de lo habitual. Así lo reconoció la directora del colegio Nuestra Señora de La Consolación, Marisa Roig, cuando dijo que había habido algunas bajas por contagio o por confinamiento por contacto directo entre los niños, si bien no fue capaz de precisar una cifra exacta. Entre los profesores, señaló, hubo tres bajas de un total de 60 por coronavirus, aunque se imagina que próximamente «irá en aumento».

En este centro, si hubiera cinco positivos en una aula, durante diez días esos niños se quedarían en casa y, si se diera uno solo, se harían pruebas a toda la clase. Esta medida ya se estaba llevando a cabo en Infantil, donde no es obligatorio el uso de la mascarilla. Además, Roig adelantó que, con el objetivo de que los estudiantes de 2º de Bachillerato no pierdan comba con vistas a Selectividad, se establecerán sesiones en streaming a través de internet para quien prefiera seguir las lecciones de esa manera.


«La Conselleria de Educación sólo está poniendo sustitutos para los tutores, pero no para los profesores ‘especialistas’»

Marian Pou
Directora CEIP Can Misses

Durante el recreo, tres chicas de ese curso –Arantxa Marí, Ainhoa Reyes y Elsa Martínez– afirmaron que habían entrado «como al principio del año» y que, pese a que no habían echado en falta a ningún profesor, en la clase de Letras se habían ausentado siete personas de 30 y en la de Ciencias, 12.

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En el CEIP Sa Graduada, su directora, Lourdes Ferrer, admitió que alumnos sí habían faltado «bastantes» ­–por ejemplo, en una clase de 25 fueron 14 y en alguna de Infantil habían asistido 10 niños–, aunque sólo un profesor. No obstante, dijo no saber exactamente cuántas de esas bajas se debían al Covid-19, puesto que se trata de un centro con muchos extranjeros y es posible que algunos hubieran «aprovechado las Navidades para ir a su país».

En este colegio, aparte de las medidas de carácter general, han decidido hacer tres turnos de recreo y, para despejar el patio y con el permiso del Ayuntamiento, cada día se llevan a los niños de 5º y 6º de Primaria a lugares próximos, como el bulevar Abel Matutes o a Sa Colomina. Dos o tres limpiezas de mano diarias, ventanas abiertas, la máxima distancia posible y medidores de dióxido de carbono son algunas de las medidas aquí tomadas desde el comienzo de curso.

En el colegio Sa Real, además de los protocolos que establece Sanidad, habían dibujado unas flechas en las escaleras y unas líneas en el patio para delimitar claramente la zona por donde debía andar cada alumno. El director, Juan Antonio Cuesta, explicó que allí también habían faltado «más alumnos que profesores» (cuatro), especialmente en ESO y Bachillerato, lo cual atribuyó al «mayor contacto social» que se produce en esas edades. Cuesta mostró su «tristeza» por el hecho de que dos amigos de clases diferentes «no puedan jugar juntos en el recreo», pero, por otro lado, manifestó estar feliz porque, por lo que había escuchado, estaban «bastante bien».

Mientras tanto, en el CEIP Can Misses, faltaron tres profesores y alrededor de un 20 por ciento de alumnos, aunque «sólo el cinco por ciento» por positivos o cuarentenas relacionadas con el coronavirus. La directora, Marian Pou, afirmó que no son «tantos» los docentes que no habían asistido a clase teniendo en cuenta que hubo días que hubo más ausencias que ayer. Pou lamentó que la Conselleria de Educación sólo está poniendo sustitutos para los tutores, pero no para los profesores «especialistas», que, en su caso, son de Música, Deporte o apoyo.

Por su parte, la jefa de estudios del CEIPSa Joveria, Esther Tur, anotó que también en este centro se estaban llevando a cabo todas las medidas exigidas por el Govern –incluidos los grupos burbuja en el recreo y los espacios diferenciados por clase–, pero, como en el resto de los casos, nada nuevo a la vuelta de las Navidades.

Las familias
A la salida de clase, los padres y madres parecían tranquilos con el protocolo llevado a cabo por el centro. Así, Eduardo Sequeda, padre de Karel –de 1º de Primaria–, aseguró que, «a simple vista», todo permanecía «como siempre, con mucho control e higiene». Según dijo, «nunca» había tenido queja de un centro donde «los profesores son muy humanos», por lo que no había tenido dudas de seguir llevando a su hijo a clase.

Por su parte, Itxaso Mallauiabarrena, madre de las mellizas Eider y Magali López –también de 1º de Primaria–, también afirmó que estaba «contenta» con el colegio. «Hacen lo que pueden y en todo momento han estado muy bien, desde que comenzó la pandemia», declaró esta ciudadana. Casi a punto de cruzar la puerta al exterior, Rosa Martínez confirmó que estaba «muy tranquila» y su hija, Naiara Dieste –de 3º de Primaria–, «también y con muchas ganas de ver a sus amigos», como así pudo hacer.

Asimismo, la presidenta de la FAPA, Pepita Costa, se alegró de haber comenzado las clases con cierta normalidad, aunque se mostró «expectante» ante lo que sucederá por el avance de la variante ómicron.

Sonia: «Nadie me ha llamado para saber cómo me encuentro»

Sonia, una profesora de Primaria de Ibiza, se reincorporó al trabajo ayer a pesar de no tener el alta médica tras haber pasado el coronavirus ya que nadie le ha llamado. Según explicó, sus síntomas comenzaron el pasado día 28 de diciembre, por lo que el 31 se hizo un test de antígenos que dio positivo. Llamó a un número proporcionado por la farmacia y le dieron cita para dos semanas más tarde, así que se dirigió a Infocovid, donde la llamaron para hacerse, el día 3 de enero, una PCR en Can Misses que salió positiva. Allí le dijeron que tenía que estar siete días en cuarentena, pero que ya la avisaría el médico. Como había pasado la cuarentena, ayer acudió al colegio, pero aún nadie se había puesto en contacto con ella para saber cómo se encuentra ni para saber si tenía, al ser docente, tenía que seguir la cuarentena o no.