Vecinos de los Don Pepe, el pasado domingo, en Can Jeroni. | Arguiñe Escandón

El presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, prefirió ayer ignorar las críticas del Ayuntamiento de Sant Josep y del grupo del PSOE en la máxima institución isleña y pidió «soluciones» para los afectados por el desalojo del edificio Don Pepe. Los vecinos, dijo Marí, «quieren soluciones, no debates o palabras fuera de tono como ha hecho el Consistorio».

Marí zanjaba así las críticas del Ayuntamiento de Sant Josep, cuyo equipo de gobierno, liderado por el socialista Ángel Luis Guerrero, acusó al Consell de «filibusterismo» y de «oportunismo» en la gestión de las ayudas que deben recibir los afectados de Don Pepe. El Consistorio culpó al Consell de haberle enviado con retraso el convenio que regula estas aportaciones económicas para los vecinos y también de no haber dejado claro de qué manera debe llevarse a cabo el reparto de las mismas. Con estos argumentos, el gobierno municipal amenazó al Consell con devolverle el primer plazo de 300.000 euros para que sea la institución insular la que los reparta entre los afectados.

Los socialistas
A estas críticas se sumó ayer el grupo del PSOE en el Consell, que, en un comunicado, exigió al presidente Marí «parar los ataques partidistas» contra Sant Josep. Los socialistas aprovecharon la ocasión para arremeter contra el conseller del PP Vicent Roig quien compagina este cargo con el de concejal en la oposición del Ayuntamiento josepí. «En lugar de ayudar», indicaron, «no se ha implicado en el asunto ya que no forma parte de ninguna comisión municipal, ni tan solo de la comisión especial sobre el Don Pepe».

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Ante estas acusaciones, el presidente insular, Vicent Marí, no solo pidió «calma» sino que también recordó que el problema de los vecinos del Don Pepe «es consecuencia de la falta de voluntad política» del Ayuntamiento de Sant Josep para «arreglar una situación» que, en su opinión, «tenía solución». Es decir, «dar la oportunidad a los vecinos para arreglar sus viviendas».

Marí mostró su confianza en que esto aún sea posible. Sin embargo, también admitió que, en estos momentos, tras el desalojo de los vecinos, «lo que hay que hacer es que las ayudas lleguen lo antes posible a los propietarios». Algo en lo que el Consell, añadió, pondrá todo su «interés» porque el objetivo es que «los vecinos que han tenido que abandonar su casa reciban estas ayudas que necesitan con urgencia».

El presidente insistió en la idea de que hay que trabajar para buscar una solución que permita a los propietarios rehabilitar el inmueble y recuperar sus viviendas. «Queda mucho trabajo por hacer y hay que hacerlo de manera decidida», dijo en declaraciones a Europa Press, «también debe existir una voluntad política que ahora no vemos».

El convenio
Sobre las críticas del gobierno de Sant Josep a la forma en la que se han tramitado las ayudas que deben recibir los vecinos y que han de ser repartidas por este consistorio, Marí recordó que fue el propio Ayuntamiento el que pidió que, de los 500.000 comprometidos por el Consell, se entregaran primero 300.000 y, el resto, dentro de unos meses. «No había ningún problema por nuestra parte en pagarlo todo de una vez», aseguró sobre esta cuestión, «fue a requerimiento del Ayuntamiento de Sant Josep. Se les pasó el convenio, introdujeron una serie de cambios y nosotros los incluimos».
Unas afirmaciones con las que ha zanjado las acusaciones del Ayuntamiento, que el lunes culpó al Consell de esta entrega a plazos del dinero.