Los obispos, reunidos con el Papa el viernes.

El obispo de Ibiza y Formentera, don Vicent Ribas, ha formado parte del grupo de prelados que este viernes pudieron reunirse en el Vaticano con el Papa Francisco. Durante más de dos horas y media, Su Santidad conversó con los obispos de las provincias eclesiásticas de Barcelona, Valencia y Tarragona reunidos en Roma con ocasión de su visita ad limina apostolorum.

Vicent Ribas destacó el «ambiente tan familiar» que se respiró en la reunión, con un Papa Francisco que recibió y dio la bienvenida a todos y cada uno de los prelados españoles.

«Habló unos minutos con cada uno de nosotros. Nos conoce perfectamente, conoce nuestras diócesis. Estuvimos dos horas y media hablando con él. Le hacíamos preguntas y él a nosotros. Fue muy agradable y nos dio mucho ánimo puesto que transmite mucha paz y confianza. Salimos muy contentos del encuentro», manifestó el ibicenco.

A título personal, Ribas explicó cómo el Papa le dio ánimos porque sabía perfectamente que acababa de ser ordenado obispo de la Diócesis de Ibiza y Formentera: «Me dijo que trabajara mucho. Conoce perfectamente la realidad de la Diócesis pitiusa».

Entre los temas abordados, los prelados españoles intercambiaron con Su Santidad valoraciones sobre el Sínodo, así como sobre la descristianización de Europa y cómo hacer para conseguir que la gente vuelva acercarse a la Iglesia.

«El Papa nos dijo que quiere que seamos gente muy cercana y utilizó la palabra callejear. A ello nos tenemos que dedicar los obispos, estar en la calle, no encerrarnos en los despachos, sino estar en la calle y acompañar a la gente, quererla», relató Vicent Ribas.
El obispo ibicenco reconoció que «impresiona llegar a una reunión así, sobre todo cuando es la primera vez». Ribas recordó cómo había visitado algunas dependencias papales junto al anterior prelado en Ibiza, Vicente Juan Segura.

Medidas contra la COVID

También destacó las estrictas medidas de seguridad implantadas en el Vaticano debido a la COVID, ya no sólo para reunirse con el Papa, sino también a la hora de celebrar los encuentros preliminares o acceder a numerosas zonas de la ciudad. Según Ribas, los obispos españoles debían mostrar continuamente el pasaporte COVID.

«A la hora de saludarle le dimos la mano, pero no se la besamos ni besamos el anillo por las medidas del COVID», recordó Ribas.

Desde el Vaticano se indicó también a los obispos que no llevaran regalos a Francisco.

El viernes, al concluir el encuentro, participantes como el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, relató que con Francisco habían hablado sobre la preocupación por la fe y resaltó «la cercanía, la ternura, la paternidad del Papa. Es un padre y un hermano, muy cercano a todos nosotros».

«Hablamos de muchos temas, de muchas preocupaciones. Agradezco al Papa su enseñanza, porque además de padre, hermano y pastor cercano, ha sido un maestro. He aprendido cosas de este Papa y muchas pistas de hacia dónde quiere encaminarnos pastoralmente en nuestras Diócesis», concluyó el Arzobispo de Valencia.