Un momento del homenaje de Santa Eulària a José Marí Juan. | Ayuntamiento de Santa Eulària

Las islas de Iiza y Formentera siguen dejando ejemplos de hombre y mujeres que, a pesar de haber tenido una vida dura y complicada, la mayoría con una Guerra Civil por medio, han llegado a cumplir los 100 años de edad. Además, en muchos casos en un envidiable estado de salud, tanto físico como mental, que son la envidia de muchos vecinos, residentes y por supuesto familiares suyos, desde hijos a nietos o, incluso, bisnietos.

El último de ellos es José Marí Juan, conocido popularmente por los que le conocen, le quieren y le admiran con el apodo de Pep de Sa Vilda de Morna. Reconocido vecino de esta vénda ubicada en el entorno de Sant Carles, en el municipio de Santa Eulària, acaba de llegar a los tres dígitos de edad demostrando que la edad es solo una cifra en el carné de identidad.

Por ello, el Consistorio de la Villa del Río decidió rendirle el correspondiente homenaje. Hasta su casa se desplazó una comitiva municipal encabezada por la alcaldesa, Carmen Ferrer, quien, en presencia de algunos de sus familiares de distintas edades le entregó una placa conmemorativa y posó ante las cámaras para inmortalizar el momento.

Además, Ferrer quedó gratamente impresionada por la vitalidad y energía de Pep de Sa Vilda de Morna. Tanto que no dudó en compartir en sus respectivos perfiles de sus redes sociales que el nuevo centenario «tiene la memoria clara y transparente, con recuerdos de cómo se vivía en la isla de Ibiza durante la Segunda República o la llegada de las tropas republicanas a Pou des Lleó durante la Guerra Civil española».

Además, destacó de él que «participó en la construcción del refugio antiaéreo de la Plaza de España del pueblo de Santa Eulària y en alguna de las primeras carreteras, como las del camino des Fil».