Juanjo Torres, Hazel Morgan, Balma Albalat y Agnès Vidal. | Marcelo Sastre

Alrededor de 140 personas participaron, durante 2021, en Vila, Sant Josep y Santa Eulària en la colocación de trampas –también unas 140– para atrapar serpientes y así evitar que estas se coman las lagartijas ibicencas.
Según informaron Juanjo Torres y Hazel Morgan, de Amics de la Terra, y Balma Albalat y Agnès Vidal, del GEN–GOB, la iniciativa Sargantanes o serps, organizada conjuntamente entre las dos organizaciones y con el apoyo de los respectivos Ayuntamientos, con vistas a la campaña de este año se registrarán todas las trampas y capturas de una manera más detallada gracias a la página web del Consorci per la Recuperación de Fauna de les Balears (Cofib). Quien no sepa cómo hacerlo recibirá la ayuda de estas organizaciones. De ese modo, a final de año habrá «un número de capturas más preciso», observó Morgan.
El educador ambiental Juanjo Torres será el encargado de impartir, este año, los talleres educativos sobre el funcionamiento de las trampas y el método de atrapar las serpientes. Según explicó, las trampas funcionan y la mayoría de gente sabe usarlas, pero «hay que asegurar su buen manejo y que luego no queden abandonadas». Ambas organizaciones se encargarán del seguimiento del colaborador en cuestión.
Con unas 80 personas en lista de espera para ayudar, Vidal anunció otra novedad, como es un sistema para registrar las capturas, «más fácil e interactivo». Por su parte, Albalat adelantó que habrá también «una herramienta de educación ambiental muy potente», consistente en una infografía interactiva, aprovechando así las nuevas tecnologías para ampliar el conocimiento sobre las lagartijas pitiusas, tanto al público en general como también –otra novedad– en los centros educativos. Estos, por otra parte, tendrán la posibilidad de participar en un concurso de dibujo sobre la biología y la morfología de este animal.
Gracias a todas estas mejoras, Morgan espera poder tener, a finales de año, una cifra lo más exacta posible sobre las capturas efectuadas en 2022, especialmente durante el período de primavera y verano.

Según la información que se tiene sobre 2021, fueron Sant Joan, Santa Eulària, Cala Llonga y Talamanca los lugares con mayor proliferación de serpientes y donde más se capturaron. Sin embargo, Morgan mostró también su preocupación por su aumento en zonas como ses Salines y Sant Jordi últimamente.
En este sentido, otra novedad prevista para este año consiste en que se va a probar a colocar unas cajas–refugio para que las lagartijas puedan resguardarse en invierno y protegerse de las serpientes. La idea, según explicó Vidal, es «crear un hábitat para ellas dentro del núcleo urbano». Las primeras cajas se colocarán durante las próximas semanas en el paseo marítimo de Santa Eulària des Riu.
«Cuestión de paciencia»
Cada voluntario debía pagar un depósito de 20 euros para el material que podían recuperar si dejaban de serlo. En cuanto a las trampas, el coste de cada –48 euros–, fue subvencionado por los Ayuntamientos.
Muchas de estas trampas acabaron en la basura en vez de guardarlas para volver a ser usadas al no cazar ninguna serpiente. Pese a ello, «no hacer ninguna captura no significa que no haya serpientes, sino que es cuestión de paciencia», dijo Torres, para quien, aunque no atrapen ningún animal, «todas las trampas sirven y, cuantas más, mejor».
Morgan reconoció que ha habido un aumento en el número de serpientes durante los últimos años, lo cual está plasmado en un mapa que comienza por Sant Llorenç, pasa por Corona, Santa Eulària y Sant Joan y llega hasta ses Salines.