Pep Prats observa el vuelo de varias palomas | Daniel Espinosa

Los tres clubes colombófilos de la isla de Ibiza – Club Colombófilo Ibiza, Club Colombófilo Santa Eulalia y Club Colombófilo Portmany– han denunciado a Periódico de Ibiza y Formentera que el número de sus palomas están descendiendo drásticamente «debido a la proliferación de los halcones en la isla que realizan sin parar ataques sin piedad y sin cuartel».

Según aseguró a este rotativo el vicepresidente del Club Colombófilo Portmany, Pep Prats, «el descenso está siendo realmente entre los pichones jóvenes que aún no saben defenderse de los ataques de los halcones». De hecho, han estimado que de una suelta de unas 300 palomas durante una jornada de entrenamiento en la zona de Platges de Comte o Cala Tarida, en torno a un 25 % de ellas, «mueren, no regresan a los palomares víctimas del pánico o si lo hacen llegan seriamente dañadas en alguna parte de su cuerpo o con ataques en sus plumas que impiden que puedan volver a volar de la misma manera». Incluso, hace tres años, registraron su mayor pérdida cuando de las 700 que soltaron unas 300 no volvieron a su lugar de origen.

En este sentido, Prats explicó que este problema ha ido aumentando de forma considerable durante los últimos cinco años: «Siempre hemos tenido que estar muy pendientes de los halcones pero ahora los ataques son constantes, casi diarios, lo que provoca que nuestras palomas cuando salen a campo abierto para entrenar estén tan pendientes de ellos que se desorientan sin encontrar el camino de regreso o que si sufren algún ataque ya no tengan la agilidad de siempre para poder volar como es normal en ellas durante unas siete u ocho horas sin ningún problema».

Al mismo tiempo, el vicepresidente del club de Sant Antoni aseguró que los halcones se han acostumbrado a atacar a las palomas mensajeras, lo que supone un grave problema si no se le pone freno: «Cada vez encontramos más ejemplares que se han vuelto cómodos al haberse dado cuenta que tienen comida fácil con los pichones pequeños de nuestros palomares pero también han aprendido a esconderse prudentemente en zonas relativamente boscosas o cerca de los nidos para atacar a los ejemplares adultos cuando menos se lo esperan».

Incluso, según Prats, los halcones han sido capaces de modificar su forma tradicional de ataque: «Normalmente lo hacen volando de arriba para abajo, a velocidades increíbles que pueden llegar hasta los 280 kilómetros por hora, para propinar a su víctima un golpe mortal, pero de un tiempo a esta parte hemos descubierto que actualmente prefieren quedarse camuflados, hacerse pasar por palomas, y atacar de forma más sencilla para ellos y más letal sobre todo para los pichones jóvenes que no saben protegerse de la misma manera».

Falta de ayudas
Por último, el veterano criador de palomas, aseguró que se echan en falta ayudas por parte de las administraciones competentes para solucionar este problema, al que definió en varias ocasiones como «una plaga». «Nosotros hacemos lo que podemos, estando pendientes por si los vemos venir, colocando elementos que hacen ruido para espantarlos pero nos encontramos con que no funcionan lejos del palomar ni a cierta altura, y mientras nuestras bajas no paran de aumentar nadie se está preocupando por nosotros ni nos ha llamado para interesarse por todo lo que está pasando».

EL APUNTE

«La población de halcones en Ibiza no ha aumentado desde los años 90»

El presidente de la Asociación Grupo Balear de Ornitología y Defensa de la Naturaleza (GEN-GOB), Joan Carles Palerm, aseguró a Periódico de Ibiza y Formentera, que no es cierto que el número de halcones haya aumentado en Ibiza, tal y como aseguran desde los clubes colombófilos. De hecho confirmó «que la población de halcones sigue siendo la misma desde los años noventa del pasado siglo, con unas 20 parejas censadas» y que «están muy repartidas por distintos lugares de Ibiza llegando incluso hasta pequeños islotes ante la falta de espacio que tienen para poder procrear y sobrevivir».