El chef óscar Molina durante su viaje a Mallorca.

La segunda jornada de la feria Horeca comenzó entre Ibiza y Perú. Roberto Sihuay, de Cantina Canalla, situado en Sant Antoni de Portmany, realizó una muestra de su cocina nikkei, simbiosis de la japonesa y la de su país origen. Sihuay elaboró tres ceviches de lubina con otros tantas leches de tigre diferentes. Como plato caliente, cocinó en directo un patacón (plátano macho) amazónico con cerdo negro. De esta forma, Baleares se unía con el porc negre a los otros dos templos gastronómicos.

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Alvaro Salazar, del restaurante Voro, único con dos estrellas Michelin en Baleares, deleitó al numeroso público sobre cómo realizar dos platos con la base del pollo campero, uno de los cuales era un pollo asado sin pollo. Sobre sus bases de entorno, memoria y creatividad puso el acento en usar productos de cercanía, con el recuerdo de su Andalucía natal y a partir de ahí dar rienda suelta a la originalidad.

Una de las craciones del chef Óscar Molina.
Una de las craciones del chef Óscar Molina.

Otros dos ‘estrellados’ de la jornada fueron Andreu Genestra y Óscar Molina, que en esta última edición consiguió la primera estrella Michelin para el restaurante La Gaia, ubicado en el Ibiza Gran Hotel de Ibiza. Ambos hicieron al atún protagonista de su intervención, pez al que Molina llamó «el cerdo del mar» por su aprovechamiento total. Genestra hizo ‘doblete’ y unos minutos más tarde habló precisamente del cerdo como animal de cercanía centrado en el porc negre de Can Company. Para la ocasión elaboró un cochinillo con colmenillas y vinochardonnay. Hoy se celebra la última jornada de la feria, que está resultando un éxito de participación.