Un momento de la reunión mantenida ayer por Iago Negueruela en el Consell d’Eivissa. | Daniel Espinosa

En una especie de tour por las Pitiusas para limar asperezas, el conseller de Turismo, Iago Negueruela, se reunió ayer con representantes de los Consells d´Eivissa y de Formentera. Según advirtió el pasado martes, su intención era aclarar «determinados aspectos» sobre la nueva ley turística, refiriéndose principalmente al Consell ibicenco, muy crítico con la nueva normativa.

A juzgar por las palabras del presidente insular Vicent Marí, pocas asperezas se limaron ayer con Negueruela. Según reconoció el ibicenco después del encuentro, la reunión se debería haber celebrado antes de aprobarse un decreto ley que les cogió «por sorpresa» y sin poder participar en su redacción.

«La voz de los ibicencos no ha sido tomada en cuenta», lamentó el presidente, recordando que precisamente es el Consell quien maneja las competencias en ordenación y promoción turística.

«Le he mostrado nuestra decepción por no habernos escuchado antes», reiteró el dirigente insular, quien volvió a defender la importancia de guardar las formas a la hora de aprobar una ley de esta relevancia.

«A los ibicencos no se nos puede pasar por encima», dijo también.

De hecho, manifestó que la nueva norma no servirá para acabar con los problemas reales de Ibiza como son el intrusismo o las fiestas ilegales. Por lo tanto, Marí no dudó en lamentar que la Ley para la circularidad y la sostenibilidad en el turismo «se queda corta, muy corta», pudiendo haber ido «más allá» y haber incorporado medidas más ambiciosas. Por todo ello, Marí se preguntó qué va a resolver este proyecto cuando llegue el verano y comiencen a producirse las irregularidades que suelen registrarse en la isla cada temporada.

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También criticó que se imponen determinadas acciones a las empresas, mientras que al sector público no se le fuerza a solventar problemas históricos como pueden ser los relativos a la depuración de las aguas.

«Es una ley que nace coja, que no resuelve los problemas reales que hay en la isla de Ibiza. He transmitido al conseller la gran decepción que tenemos porque podríamos haber redactado una norma que recogiera estos asuntos», insistió.

Sobre el bloqueo de plazas turísticas, Marí consideró que la decisión se adoptó por parte del Govern «con nocturnidad y alevosía», recordando que en Ibiza existe una senda decreciente de plazas, con una reducción de más de 3.000 en los últimos 15 años.

El presidente aseguró que la moratoria afecta a unas 9.500 plazas turísticas.

Negueruela responde
Previamente a las duras críticas de Marí, el conseller Negueruela trató de defender una vez más el consenso y el diálogo entorno a la nueva ley. También respondió a las afirmaciones de la líder del PP en Baleares, Marga Prohens, quien dijo ayer que, en caso de gobernar en 2023, derogará la normativa: «creo que pasa demasiado tiempo en Madrid y trae un discurso de allí sin hablar con los agentes de aquí, lo cual me parece sorprendente».

«Nosotros abogamos por un debate de calidad. Se olvida de los agentes sociales y económicos de estas islas a quienes desprecia una vez más», criticó Negueruela.

El pasado martes, el conseller celebró también un encuentro con miembros de la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera. El gerente de la Federación, Manuel Sendino, reconoció ayer que la reunión había servido para aclarar malos entendidos y precisar en qué se está de acuerdo y en qué no.
Entre otras cuestiones, Sendino explicó que solicitaron al conseller poder destinar fondos del impuesto turístico a financiar el plan de circularidad que contempla la nueva ley balear.

El apunte

Negueruela defiende en Formentera la nueva ley turística

Por la mañana, el conseller de Turismo se desplazó a Formentera porque «es importante escuchar todas las voces», según reconoció tras participar en la reunión de la Comisión de Ordenación y Promoción Turística.

Negueruela reiteró la importancia de profundizar en la realidad de la isla pitiusa, dejando la puerta abierta a posibles mejoras que puedan introducirse en la tramitación parlamentaria de la norma turística.

De nuevo, defendió el diálogo existente y la participación en la ley balear de asociaciones, federaciones y sindicatos.

«Hay partes muy consensuadas y otras que son reclamaciones históricas de muchas asociaciones empresariales», declaró.

Negueruela confió en lograr ahora «todos los acuerdos posibles» y reconoció que el Govern ha aprobado el decreto que deberá tramitarse como ley e incorporar mejoras. «El texto está muy dialogado», repitió una y otra vez el conseller.

También manifestó que «siempre el Govern ha buscado los máximos consensos y por primera vez se introduce una perspectiva social y eso no se puede obviar».

A la hora de valorar la ley, la consellera insular de Turismo, Alejandra Ferrer, no pasó por alto el «gran esfuerzo» que deberán realizar algunas empresas de Formentera, después de dos años de crisis, para adaptarse a la normativa.

«Aunque hay en todas las islas, Formentera consta de una sociedad con pequeños empresarios y por ello es tan importante trabajar de manera conjunta estas aportaciones a la ley. Cualquier decisión que se tome afectará a todo el sector», manifestó Ferrer.

La consellera se refirió además al bloqueo de plazas en Formentera que afectará a la regulación de estancias turísticas impulsada hace unos años por el Consell. Según Ferrer, su regulación queda ahora en stand by, perjudicando a muchas familias y personas que habían iniciado inversiones para adaptarse a los requisitos exigidos para comercializar estas plazas.

La presidenta insular Ana Juan, por su parte, reconoció que en Formentera el eje de la nueva ley que más rechazo ha causado es el de la moratoria de plazas turísticas, aunque consideró que este punto servirá para «parar y replantear qué futuro queremos».

En este sentido, Juan consideró que la nueva ley del Govern brinda esta oportunidad y abre un debate sobre las necesidades y objetivos que se persiguen desde Formentera.