El sector automovilístico sigue sufriendo los efectos del desabastecimiento de semiconductores, necesarios para la fabricación de microchips. Esta crisis, derivada de la aparición de la pandemia del Covid, provoca retrasos considerables a la hora de servir nuevos vehículos a los clientes, en algunos casos concretos el plazo de entrega de ciertos modelos se alarga ya hasta 2023.

Las consecuencias son variadas. Por un lado, clientes particulares deben resignarse y tirar de paciencia, por otro lado los profesionales están viendo como este desabastecimiento puede convertirse en una amenaza ante la próxima temporada estival. Este es el caso tanto del sector del taxi, del transporte o del rent a car, pero también de cualquier tipo de empresa que necesita vehículos para el desarrollo de su actividad, como el reparto del género o el desplazamiento. En este sentido, la ley de la oferta y la demanda también está marcando una subida de precios, tanto en vehículos nuevos como en los vehículos de ocasión que están viendo como aumenta considerablemente su demanda en consecuencia de a escasez de nuevos vehículos.

Rent a car
El sector de los rent a car es uno de los más afectados ante este desabastecimiento. Según cálculos de la Pimeef, la temporada anterior a la pandemia circulaban en Ibiza unos 20.000 vehículos de alquiler, mientras que en 2021 circulaban 14.000, un 30% menos.

Juan Cárdenas, presidente de la asociación de rent a car de la de la Pimeef, prevé que para la temporada 2022 «la cifra de vehículos en alquiler puede estar incluso por debajo de la del año pasado». Asegura que «desde octubre o noviembre ya nos dimos cuenta de que, con el problema de los chips, los más perjudicados a la hora de conseguir flota íbamos a ser los rent a car», por lo que las empresas de alquiler locales «hicimos los deberes, por ejemplo, reteniendo la flota que ya teníamos». Apunta a que son las grandes multinacionales quienes «tendrán menos coches», factor que «llevará a los clientes a buscar vehículos en los rent a car locales, y si hay diez personas para un coche, nueve se quedarán sin».

De esta manera reconoce cierto temor ante el desabastecimiento de coches de alquiler cara a la próxima temporada y, sobre la posibilidad de un incremento en las tarifas, afirma que «de momento están entrando muchas reservas, y se están manteniendo los precios de otros años. Aunque es verdad que ante las buenas previsiones en cuanto a la temporada, la falta de oferta puede llevar a una subida de precios». Por esta razón recomienda que «quien sepa que va a venir a Ibiza es mejor que reserve ya el coche. Así lo tendrá seguro. El que lo deje para último momento se arriesga a tener que esperar unos días o quedarse sin vehículo. Sobre todo en agosto».

Concesionarios
Los concesionarios también sufren debido al desabastecimiento de vehículos y ven como las listas de espera para que sus clientes puedan estrenar su nuevo vehículo se están alargando por este motivo.
Desde Terrenauto, su jefa de ventas, Ana Ferrer, reconoce que, dependiendo de la marca y la gama del vehículo, los plazos de entrega pueden oscilar entre los seis y nueve meses. Sin embargo señala que, en algún modelo concreto, como «el Mercedes GLA, o el Mercedes de gama G, que están siendo muy demandados, el plazo de entrega alcanza ya el 2023». También explica que «muchas veces, si el cliente necesita el coche con urgencia, no queda más remedio que adaptarse al stock que tenemos, por suerte estamos empezando a recibir más unidades».

Sin coches para el alquiler
A la hora de servir vehículos para las flotas de alquiler, Ferrer explica que, desde su concesionario normalmente sirven a «empresas locales, no grandes empresas nacionales o internacionales». En este sentido cuenta que «el incremento de costes ha derivado en una subida de precios de los vehículos». Además, explica que las marcas han modificado la política de precios de cara a grandes flotistas, «ahora no disponen de los descuentos que tenían antes, con el fin de priorizar la venta particular». Subraya su preocupación tanto por los rent a car locales como por empresas de transporte que «hace meses que están preparando la temporada, tienen coches y furgonetas pedidas y nos preocupa que esta situación impida que les lleguen a tiempo. Es una situación que nos tiene en vilo, por que no podemos garantizar que el cliente pueda disponer de su vehículo en mayo». Sin embargo muestra cierto optimismo a medio plazo, «estimamos que este año la situación se recuperará».

En cuanto a las ventas a las empresas de alquiler, el coordinador de ventas de Punicauto, Juanvi Riera, explica que «este año se han visto recortadas directamente desde la central. Las ventas se están priorizando al cliente particular, que es el canal más rentable».

Otro sector que Riera también afirma que se ve afectado es el del taxi «muchos taxistas necesitan un segundo vehículo como taxi estacional y se encuentran con que no podrán tenerlo para la fecha que necesitan».

Juanvi Riera, cifra entre tres y cuatro meses, según el modelo, la media en la espera a la hora de adquirir un vehículo en su concesionario, el oficial de Renault en Ibiza. «No había vivido está situación en toda mi carrera», reconoce Riera que explica que también han notado una bajada en las ventas de vehículos, «cuando la gente no encuentra lo que quiere va a otros concesionarios, pero enseguida se dan cuenta de que es un tema general, no específico de una marca concreta. Hay otras marcas que tienen el plazo de entrega mucho más alto». En cuanto a los precios también reconoce que «no hay suficientes componentes para toda la demanda y está subiendo el precio de la materia prima. Esto hace que el precio final de los vehículos suba», calcula que la subida oscila «entre un 5% y un 10%».

Subida de la demanda
Una consecuencia de la falta de vehículos nuevos es la subida de la demanda de vehículos de ocasión, «pero es que tampoco hay vehículos de ocasión», afirma Riera. La razón que esgrime es que «los vehículos de ocasión son por que se ha comprado un coche nuevo, y si no hay coches nuevos tampoco hay de segunda mano». Explica que «la cartera de clientes se sigue manteniendo, al final quién tiene la necesidad de cambiar de vehículo acaba haciendo la compra y esperando lo que haga falta». Una consecuencia de ello es que «mientras tanto lo que se hace es reparar el vehículo antiguo», razón por la que «el servicio técnico está subiendo mucho su actividad».