La reforma de la E-10 es uno de los grandes proyectos para los que el Consell necesita financiación externa. | Marcelo Sastre

El Consell de Ibiza ha recibido por el momento silencio respecto a su solicitud de firmar un nuevo convenio de carreteras con el Estado. «En la última reunión que tuvimos consta en acta nuestra solicitud de un nuevo convenio, pero de los comentarios extraoficiales que se oyeron en esa reunión vi que no había ninguna intención de renovar o hacer otro convenio», explica el vicepresidente primero del Consell, Mariano Juan.

Tras lograr que el Estado se comprometiera a pagar lo que restaba del anterior convenio de carreteras, 16 millones de euros entre los que se incluían proyectos como la reforma de la carretera de Santa Eulària, Juan apunta que para poder abordar proyectos de gran calado es necesario un nuevo convenio que dé respaldo económico a la institución insular.

En septiembre del año pasado el Consell envió, a petición del Ministerio de Fomento, un documento en el que justificaba la firma de un nuevo acuerdo para inversiones por valor de unos 100 millones de euros.

Sin este convenio, Juan pronostica que muchos proyectos, como las mejoras de la carretera de Sant Antoni a Sant Josep o la reforma de la E-10, tendrán que ejecutarse en un plazo más largo del previsto por la institución, dado que la financiación de los consells es limitada para poder hacer frente a la reforma de infraestructuras que llegan a costar un 15% del presupuesto anual de la institución.

«El Estado nos dice que el dinero ahora va por la vía de la Comunidad Autónoma y que tenemos que arreglarlo a través del Govern», comentó respecto a los fondos aprobados el año pasado por el Estado para incorporar a la financiación de Baleares.

La administración autonómica recibió 183 millones de euros en concepto de insularidad, pero la propia presidenta, Francina Armengol, ya respondió en sede parlamentaria que el Govern balear no destinará ese dinero a carreteras y animó a los consells a seguir luchando por recibir esa financiación estatal.

La falta de un convenio de carreteras es, según el Consell, un agravio respecto a los territorios peninsulares, donde el Estado financia autovías, autopistas o el tren de alta velocidad.

Es por ello que indican que seguirán trabajando para obtener esta financiación de instituciones suprainsulares, de modo que sea viable económicamente el mantenimiento y mejora de la red viaria insular.

Mientras tanto, el Consell sigue «sin noticias» del Estado, pero tampoco las espera.

El apunte

Grandes inversiones difíciles de financiar

El Consell tiene en su cartera de proyectos la remodelación de diversas infraestructuras viarias para mejorar tanto la seguridad como el modelo de movilidad. Entre los proyectos que podrían sufrir retrasos por falta de financiación están: la reforma de la E-10, que integrará esta carretera como un boulevard en el entramado viario de Vila, con un coste de 10 millones de euros; la remodelación de la carretera de Sant Josep a Sant Antoni, con una reducción de curvas y una mejora de la seguridad, que tiene previsto un coste de 13 0 14 millones de euros; o la reforma del cruce de los Cazadores para el que existe un proyecto de mejora de seguridad que costará más de cinco millones de euros.