Varios trabajadores ayer en las obras del vial superior de la E-20. | Marcelo Sastre

Entre el polvo de las obras y con la banda sonora de un martillo neumático. La decena de vecinos que se acercaron ayer a la presentación de las obras del vial superior de la E-20, entre las rotondas de Cas Mut y Can Sifre, estaban contentos. Los trabajos que se están realizando suponen dar respuesta a una reivindicación de más de una década: recuperar el histórico camino del Pou d’en Basques que une los barrios de Can Tití y Can Escandell.

Las obras del Departamento de Red Viaria del Consell d’Eivissa que se llevan a cabo desde hace algunas semanas supondrán la instalación de un paso de cebra semaforizado que recupere el camino que llevaba a los vecinos de Can Tití hasta Vila, pero además se realizan mejoras en el vial y se construye un nuevo carril bici que, en algún momento, estará conectado a la red municipal de Ibiza.

Las obras tienen un plazo de ejecución de cuatro meses y el presupuesto total de esta actuación es de 517.841,10 euros sin IVA.

El vicepresidente primero y conseller de Red Viaria, Mariano Juan, explicó que las mejoras de la carretera incluyen el sistema de saneamiento de pluviales para evitar inundaciones en el vial, mejorar la visibilidad de los cruces y el reasfaltado de la vía. «Los vecinos nos hicieron notar que las entradas de todos los caminos municipales eran cruces peligrosos, reduciendo o ampliando las aceras según correspondía, para ampliar el radio de visibilidad y también los problemas de drenaje de pluviales», detalló.

Baches en el proyecto
El proyecto «tuvo más tropiezos de los normales», explicó Juan. Las obras necesitaron un informe favorable del Govern balear al afectar las obras a una vía de titularidad autonómica, lo que supuso modificaciones en el proyecto. Cuando por fin se disponía de un proyecto definitivo el concurso de licitación quedó desierto. La crisis de suministros había afectado a los precios de los materiales y era inviable llevar a cabo el proyecto con algo de rentabilidad. Eso obligó a hacer una nueva licitación con un precio 150.000 euros superior al original.

El alcalde de Vila, Rafael Ruiz, agradeció al Consell su implicación en la resolución de estas obras que ya se habían pedido en la anterior legislatura. «Comprendo mejor que nadie las dificultades que a veces se encuentra una administración, así que máxima comprensión y máximo agradecimiento».

El apunte

Una «previsión de carril bici» para medio o largo plazo

El tramo de carril bici que se incluirá en la reforma de este vial, de algo más de 500 metros, será de momento un elemento aislado sin continuidad. Será un carril bici que llegará de una rotonda a la otra, «la idea es que tengamos este elemento preparado para cuando se pueda conectar vía E-10 o a través de Ca n’Escandell», indicó el conseller de Red Viaria, Mariano Juan. El alcalde de Vila apuntó que es «sembrar un carril bici» con idea de futuro, de forma que en algún momento toda la ciudad se pueda recorrer en bicicleta sin miedo. Aún así, la llegada de una conexión con este tramo de carril bici no está prevista a corto plazo, por lo que durante algunos años quedará como un tramo aislado.