El feminismo volvió a tomar ayer las calles de Ibiza tras el paréntesis por la pandemia del COVID-19 en 2021, en la que es su cita más reivindicativa del año. Juntas y hermanadas, así marcharon las diferentes entidades feministas de la isla un día que, sin duda, siempre pone a prueba la fuerza de este movimiento social.


«Todas las organizaciones queremos lo mismo. No tenemos reivindicaciones diferentes como en otras ciudades», destacó Isabel Torres, representante de la entidad feminista Dones Progressistes, minutos antes de comenzar la marcha desde el Parc de la Pau.


«No hay distinciones. Todas somos Comisión 8M», afirmó Graciela Masiano, portavoz de Dones CGT, mientras coordinaba el inicio de la manifestación del Día Internacional de la Mujer. Cabe recordar que la Comisión 8M está formada por las entidades Emprendada Feminista, La llave del Armario, Médicos del mundo, Libertarias y Dones Progressistes.


Poco a poco, decenas de personas ataviadas con alguna prenda de color morado empezaron a ocupar todo un frente del Parc de la Pau.


No obstante, antes de partir y recorrer las calles de Ibiza en dirección al Parque Reina Sofía, las asociaciones celebraron un taller para escribir pancartas reivindicativas y una performance a cargo de la manifestante Lucía Ortín.


Esta interpretación, que hacía referencia a la importancia del consentimiento en las relaciones sexuales, centró toda la atención de los asistentes durante varios minutos. Lucía Ortín mostraba un cartel que, según esta mujer, denunciaba la realidad que sufren decenas de víctimas cada día en nuestro país.
En él, esta manifestante se ofrecía a dar un abrazo a todas aquellas mujeres que han padecido algún tipo de acoso. «Seguimos estando sometidas bajo una situación de vulnerabilidad que no nos deja ser libres», destacó con los ojos tapados por una venda morada. Para Ortin era un gesto de confianza mutua.


«No me hace falta ver la cara de la otra persona para empatizar con ella. Es una realidad que vivimos todas», señaló emocionada esta manifestante. Tras esta performance, los asistentes, la mayoría portadores de pancartas reivindicativas, comenzaron su multitudinaria marcha. En total, más de 500 personas recorrieron las calles de Vila combinando diferentes consignas. Las más repetidas fueron ‘Abajo el patriarcado’, ‘ Únete, no nos mires o ‘Ni un paso atrás’.


Entre los asistentes hubo una gran participación adolescente y masculina. «Nos ha sorprendido la presencia de tantas jóvenes. Ellas son el futuro, tienen que implicarse más», señaló Graciela Masiano entre los gritos de protesta.


Muy cerca de ella, dos adolescentes, con un mensaje reivindicativo en la frente, destacaron que es hora de cambiar el futuro. «Somos jóvenes, el cambio empieza ahora. Queremos más oportunidades y una igualdad real», subrayó, de forma vehemente, Inés Escandell, de 13 años. Y, así, entre gritos, vítores y aplausos, los manifestantes llegaron al parque Reina Sofía.


Manifiesto
Tras más de una hora de júbilo, esta plaza se colmó de silencio para escuchar el manifiesto consensuado entre los diferentes colectivos.


Bajo la consigna ‘Derechos para todas todos los días. Juntas somos más fuertes’, las portavoces de las diferentes entidades feministas de Ibiza leyeron el escrito conjuntamente. Un manifiesto que se centró, especialmente, en los trabajos de cuidados, la brecha salarial y la violencia de género.
Estos fueron los ejes de la reivindicación feminista en un año en que, la pandemia ha visibilizado, según Masiano, la sobrecarga de trabajo que asumen las mujeres cada día. También reivindicaron la feminización de la pobreza, la corresponsabilidad en los cuidados y los derechos sexuales y reproductivos plenos.


Además, aunque no querían transformar la manifestación en un acto con tintes políticos, quisieron condenar a Vladimir Putin y la invasión de Rusia a Ucrania, y destacaron que la defensa de los cuidados es incompatible con las guerras.


«Desde aquí manifestamos nuestro más hondo rechazo a la invasión militar de Ucrania por parte de Rusia. La experiencia nos dice que en los conflictos armados las mujeres y niñas suelen convertirse en botines de guerra, pierden derechos y oportunidades», explicaron en el manifiesto.


Entre los asistentes, el alcalde de Sant Josep, Ángel Luis Guerrero, y el conseller de Vivienda, Josep Marí Ribas ‘Agustinet’. Guerrero se mostró satisfecho con la participación ciudadana y señaló que en Ibiza todas las entidades apoyan la misma causa. Y, de esta manera tan apasionada, las calles de Ibiza se volvieron a teñir de morado un año más.