Manuel y su pareja junto a Sunny. | Arguiñe Escandón

Hay historias de mascotas que son capaces de emocionar hasta al más duro, y la de Sunny es una de ellas. Desde el pasado 24 de febrero, este gato ha tenido en vilo a sus dueños y a media isla, que no ha duda en volcarse con su búsqueda.

Hoy, tras más de dos semanas fuera, sus dueños pueden descansar tranquilos sabiendo que su amigo peludo duerme en casa.

Aunque el susto todavía sigue en el cuerpo para Manuel, uno de los propietarios de Sunny, que asegura que «sigue en shock», no esconde la felicidad al hablar del reencuentro con, como ellos lo consideran, «un miembro más de la familia». Y es que solo quien tenga un animal en su hogar es capaz de comprender lo que se puede llegar a querer y a sufrir con ellos.

El ansiado reencuentro se produjo el pasado viernes en torno a las 8 de la tarde cuando, tras horas y horas de búsqueda, un «miau» inconfundible resonó cerca de la zona del Gala Night: era Sunny.

Asustado y desconfiado. Así le conocieron, tras acogerle de la calle, y así le han vuelto a ver después de que un vecino capturase a su animal y lo liberase a su suerte en Ses Païsses. Por fortuna para Sunny y para sus dueños, el animal se encuentra bien, aunque ha perdido mucho peso y tiene algunos golpes.

«Sabíamos que venían lluvias y estuvimos buscándole más intensamente, casa por casa, vecino por vecino. Hemos puesto alma y corazón para poder encontrarlo», detalla el dueño. Pero en esa búsqueda no estuvieron solos. La historia de Sunny y la angustia de sus dueños conmovieron a muchos de los vecinos de la zona que, día tras día, también se preguntaban donde estaría Sunny.

«Estaba todo el mundo muy volcado, todos a una. Veíamos a niños con linternas buscando con sus madres y a señoras mayores entrando casa por casa». Como es costumbre, son los peores momentos los que más unen a la gente. Y, en finales felices como el de Sunny, esto es lo que verdaderamente debe trascender de la historia.