Vecinos y comerciantes alertaron al 112 de lo que estaba pasando a primera hora de la mañana.

Los vecinos del Camí Vell de Sant Mateu se levantaron ayer con la desagradable sorpresa de que sangre mezclada con agua volvía a salir por las alcantarillas de la zona, tal y como ya sucedió el pasado mes de noviembre y como reflejó en ese momento Periódico de Ibiza y Formentera. Una vez más, los residuos procedentes de la limpieza de las instalaciones del Matadero, ubicado en sa Blanca Dona, han acabado en alcantarillado de la ciudad. Algo que llevó al Ayuntamiento a anunciar la apertura de un expediente sancionador contra el Matadero.

En un nota de prensa, el Consistorio argumentó la decisión acusando a los responsables de estas instalaciones de haber «incumplido las ordenanzas municipales y normativas de ámbito balear». Desde Aqualia se informó al Ayuntamiento de que «no se había producido ninguna incidencia en la red» que justificara que la sangre saliera por las alcantarillas. Por ello, el Ayuntamiento tomó la decisión de «abrir un expediente para investigar los motivos de los dos vertidos», tanto el de ayer como el registrado en noviembre.

Instalación mancomunada

El Consistorio aprovechó la ocasión para arremeter contra el Consell d’Eivissa al recordar que el Matadero es «una instalación mancomunada entre todos los ayuntamientos de la isla» que «está pendiente de diferentes inversiones por parte» de la institución insular.

El presidente de la mancomunidad de ayuntamientos que gestiona este servicio, Andreu Roig, explicó, por su parte, que el agua mezclada con sangre no pudo llegar al colector ubicado en las cercanías de la central de Gesa-Endesa y que, por este motivo, había «acabado saliendo por las alcantarillas». Roig recordó que en noviembre el problema fue que el colector estaba atascado por toallitas de baño, por lo que indicó que «puede ser que ahora haya sucedido lo mismo».

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El presidente de la mancomunidad explicó que, al poco tiempo de registrarse el vertido, recibió una llamada del concejal de Medio Ambiente de Vila, Jordi Salewski, quien le informó de que «ya estaban trabajando para desatascar el colector». Sin embargo, fuentes del Ayuntamiento desmintieron ayer a Roig y aseguraron que Salewski solo le informó del vertido de residuos en sí y no de que se estuvieran tomando medidas para solucionarlo.

Roig descartó «hacer una guerra» ante este desmentido. Pero sí insistió en que el vertido de noviembre se produjo «por un atasco en el colector». Por ello, no descartó que ayer sucediera lo mismo: «El problema no es nuestro. El agua sale de aquí coloreada por la sangre. Pero la sangre en sí no se vierte al alcantarillado. Si el agua va hacia arriba y sale por las alcantarillas es porque hay algo que le impide llegar al colector».

«Yo no voy a hacer una guerra de esto», insistió, «porque no me interesa hacerla. Pero si el agua sube de nivel es porque no puede bajar y serán los técnicos los que tengan que decir qué es lo que está pasando». Roig no se mostró contrariado por la apertura del expediente porque, aseguró, «llevamos 40 años trabajando sin problemas y esto ha sido un accidente que no ha sucedido dentro de nuestras instalaciones».

Mejoras en el matadero

El presidente de la mancomunidad, por otro lado, anunció que, en breve, saldrá a licitación un proyecto de modernización de las instalaciones del Matadero que tendrá un presupuesto de 1,2 millones de euros y que evitará «que vuelvan a suceder estas cosas porque el agua saldrá de aquí mucho más limpia». En este sentido, Roig explicó que el proyecto contempla la instalación de unos separadores de grasas que tendrán como finalidad que, tras la limpieza de las instalaciones, el agua salga del Matadero «sin sangre». Además, está prevista la reforma de la cubierta, la instalación de un matadero para conejos y la construcción de una pérgola solar de 100 kw de potencia.