Imagen del exterior del CEIP Can Raspalls. | Daniel Espinosa

El equipo directivo del CEIP Can Raspalls, en Sant Jordi, rechazó ayer la propuesta planteada por la Conselleria balear de Educación para solucionar los problemas detectados en el centro debido al mal estado de ventanales y otros elementos de aluminio. Según la dirección, la solución planteada por Educación «no responde a las necesidades existentes».

La situación es tal que los alumnos de Infantil han tenido que abandonar su aula y realizar las actividades educativas en una instalación prefabricada donde hay goteras. La clase de psicomotricidad permanece cerrada desde el pasado octubre para evitar riesgos.

Desde la dirección advirtieron ayer que los ventanales del CEIP «pueden suponer un peligro para los niños y para cualquier persona»y relataron que las deficiencias se detectaron hace tiempo. Una vez llegó al CEIP el nuevo equipo directivo, éste elaboró un listado de propuestas de mejora, entre ellas, la sustitución de estos ventanales.

«Son ventanas muy altas, que pesan mucho, y que oscilan mucho», explicó el director Òscar Prat, quien recordó que hace algunos meses uno de los ventanales de la clase de infantil se salió del riel, provocando un gran susto a pequeños y profesores.

«Desde el Ayuntamiento de Sant Josep realizaron un informe y posteriormente se solicitó a Conselleria de Educación una actuación. El informe ya indicaba que estas ventanas representaban un peligro», manifestó el director.

En una primera intervención, algunas ventanas fueron sustituidas anteriormente por el Consistorio josepí, según señaló Prat. El director pudo hablar ayer con la delegada de Educación en las Pitiusas, Margalida Ferrer, quien le comunicó que estaba a punto de salir a licitación la reforma del gran ventanal que cayó el pasado octubre en el aula de los más pequeños. También desde Conselleria confirmaron a Periódico de Ibiza y Formentera que los trabajos de mejora están a punto de licitarse.

«Ojalá el problema estuviera solucionado para el curso que viene, pero no confío en ello», insistió Prat.

El director lamentó que la propuesta de Educación pasaría por sustituir en la clase de Infantil el gran ventanal de tres piezas correderas por otras fijas y abrir una pequeña puerta para salir: «No es lo que había, ni lo que puede haber, y no estamos satisfechos».

Sobre el aula prefabricada que ocupan los pequeños, la dirección reconoció que es «muy deficiente» y «está en tan mal estado» que una reparación ejecutada por el Ayuntamiento de Sant Josep «no ha servido para mucho». Por ello, consideró que debería cambiarse todo el techo de este barracón y evitar así que haya goteras cada vez que llueve con abundancia.

El Ayuntamiento josepí reconoció ayer que, tras comprobar el mal estado del techo, el pasado viernes informaron a Educación para que se haga cargo del problema.

Desde la Apima del CEIP Can Raspalls lamentaron que el problema no es exclusivo del aula de infantil, sino que se repite también en todas las ventanas correderas de primaria «puesto que el aluminio es bastante malo y las ventanas pesan mucho». «Es peligroso», advirtió la madre de uno de los alumnos.

El CEIP Can Raspalls fue inaugurado en noviembre de 2011 con seis unidades de Infantil y 12 de Primaria, comedor y cocina. Este centro comenzó a funcionar con 50 alumnos distribuidos en dos grupos de tres años. La obra supuso una inversión del Govern balear de 3,5 millones de euros.