Vista de la parada de taxis de la Avenida de Santa Eulària. | Marcelo Sastre

La Federación Independiente del Taxi de las Islas Baleares (FITIB) mostró este sábado su «apoyo» a los taxistas de la Federación Independiente del Taxi de la isla de Ibiza (FITIE) y a la Asociación de Autónomos del Taxi de la Ciudad de Ibiza en su decisión de «ejecutar el decreto del Ayuntamiento de cerrar el servicio de GPS sobre el servicio urbano e interurbano con origen en dicho municipio».

Una decisión que ha provocado que durante los próximos días la ciudad de Ibiza vea reducido el número de taxis operativos a una treintena de los más de 140 habituales.

En un comunicado, la FITIB denunció que el concejal de Movilidad de Vila, Aitor Morrás (UP), ha roto «el consenso entre todos los municipios y lejos de hacerlo en el marco preciso, ante el resto de ayuntamientos y el Consell, decide utilizar a los taxistas del municipio como arma arrojadiza dejando por los suelos el servicio al ciudadano».

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La FITIB recordó que Morrás ha dado luz verde al sistema de GPS Nitax para operar en Vila. La gran mayoría de los profesionales, tanto en la ciudad como en el resto de la isla, trabaja con el sistema Taxitronic pero en Vila solo se les permite el autorizado por el Consistorio.

Esta decisión obliga a los taxistas a «hacer una nueva inversión» además de «forzarles a instalar» un sistema que «el sector no quiere y que cualitativamente está lejos de poder ofrecer un servicio de garantía».

La federación, finalmente, criticó duramente a Morrás por otras decisiones como la de «imponer» los días que deben librar los taxista. Decisiones que «aunque sean de potestad municipal, carecen de la justificación y la proporcionalidad necesarias».

El conseller de Movilidad autonómico, Josep Marí Ribas, por otro lado, anunció este sábado que «convocará una reunión urgente con los agentes implicados en la negociación de la regulación del sector del taxi», según informó la agencia de noticias Europa Press.