Antonio Gómez durante la charla organizada por la Asociación de Apicultores en Ibiza. | Arguiñe Escandón

«Sin abejas el mundo se acabaría en cuatro años». Seguro que mucha gente ha escuchado esta frase atribuida a Albert Einstein, al menos, una vez en su vida. Lo cierto es que, sea o no sea completamente cierta, cuesta imaginarse un planeta en el que no existan estos pequeños insectos.

Imprescindibles para la vida

Por este motivo, la Asociación de Apicultores de Ibiza ha organizado una conferencia en Puig d’en Valls sobre la vida, los cuidados y la reproducción de estos pequeños seres. Ha sido el prestigioso apicultor Antonio Gómez el encargado de impartir esta charla a las más de 60 personas que han asistido. El valenciano ha vuelto a Ibiza, sitio al que se siente muy unido y sus trabajos así lo demuestran, para impartir una charla formativa. «He realizado un estudio analizando las mieles de Ibiza y otro sobre la flora ibicenca. Este curso es para seguir divulgando el papel de las abejas y sus cuidados», detalla el apicultor a Periódico de Ibiza y Formentera.

El curso ha empezado por diferenciar entre los tipos de abejas, que son tres: la abeja reina, la abeja obrera y las abejas macho. Gómez ha explicado la principal diferencia entre las tres castas. Mientras que la abeja reina y el zángano se ocupan principalmente de la reproducción, la abeja obrera se encarga de las otras tareas como la defensa o la recolección de alimentos.

Además de la reproducción y los tipos de abejas, dicho curso ha abarcado aspectos teóricos de estos pequeños seres, como las colmenas, la evolución o la alimentación. «Un tercio de nuestros alimentos dependen, en mayor o en menor medida, de la interacción de las abejas con la flora», explica Antonio Gómez.

Más de 60 personas asistieron a la charla. Foto: Arguiñe Escandón.

Además de para el ser humano, también son grandes proveedoras, directas o indirectamente, de otros animales e insectos. «Una gran parte de la vegetación natural sin las abejas no existiría. Eso quiere decir que las lluvias, por ejemplo, arrastrarían más tierra, habría más problema de desertización, entre otras cosas», puntualiza. Además de la parte teórica, también ha habido cabida para la parte práctica en el campo. Para ello, la conferencia ha contado con material auxiliar que daba apoyo a la teoría para realizar las revisiones a la colmena, entorno y flora.

Esta charla es la primera de las dos programadas para este año. La próxima será en otoño, cuando se produce la preparación de las colmenas para la hibernada.Las poblaciones de abejas están disminuyendo drásticamente a escala global. Por ello, preservar y cuidar estos insectos es hoy en día más necesario que nunca.