Estado actual del carril bici. | Daniel Espinosa

La reparación del carril bici de la calle Bartomeu Roselló tendrá que esperar a que mejoren las condiciones meteorológicas. Así lo explicó ayer el concejal de Movilidad de Vila, Aitor Morrás (UP), quien aseguró que la empresa responsable de los trabajos, que costaron unos 90.000 euros, «está esperando a que acabe de llover».

Este carril bici fue inaugurado el pasado día 10 de marzo por el propio Morrás, acompañado del alcalde de Vila, el socialista Rafa Ruiz, y de la teniente de alcalde, Elena López. A los pocos días de su entrada en funcionamiento, la pintura comenzó a desaparecer. Posteriormente, lo hicieron las señalizaciones. A día de hoy son numerosos los desperfectos que pueden observarse en este carril, que discurre entre el puerto y el cruce de Bartomeu Roselló con Ignasi Wallis.

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Morrás se negó a aceptar ayer que fueran los medios los que dieran a conocer el mal estado de este carril. El edil aseguró que él ya conocía las condiciones del mismo «antes de que saliera la noticia». Aseguró que trasladó a la empresa la situación y que ésta se hará cargo de la reparación, pero que tendrá que ser a partir de que deje de llover.

El concejal explicó que el problema fue que los operarios responsables del trabajo pintaron el carril sin que el asfalto estuviera totalmente seco. Poco después de la inauguración, retornaron las lluvias. «Este conjunto de casualidades», afirmó, «ha hecho que se pierdan las cuatro capas de pintura».

Lo cierto es que ya en su presentación el carril bici mostraba un aspecto descuidado. Sin embargo, en aquel momento desde el Ayuntamiento se aseguró que esa imagen obedecía a que estaba recién pintado. Ahora habrá que esperar a que mejore el tiempo para que la empresa repinte el suelo. Algo que, al menos, no tendrá ningún coste para los ciudadanos.