El crucero ‘Mein Schiff’ inauguró ayer oficialmente la temporada de cruceros en Ibiza. | Irene Arango

El buque Mein Schiff 6 se convirtió ayer en el primer crucero turístico de la temporada en Ibiza. Los pasajeros de esta nave de casi 300 metros de eslora recalaron en el puerto de Ibiza durante unas ocho horas, reactivando un sector muy deseado para el pequeño comercio de la isla y la restauración.

Según el calendario que maneja Autoridad Portuaria de Baleares (APB), otros 12 cruceros turísticos más recalarán este mes de abril en el puerto ibicenco, lo que lleva a pensar que la temporada será bastante similar a la de 2019, justo antes de la pandemia.

Según las reservas que maneja en la actualidad Ibiza Mar Consignatarios, la empresa gestionará este año 58 cruceros turísticos, el último de ellos el 24 de octubre. Uno de sus responsables, Joan Torres, consideró ayer que en 2022 podrían recalar en el puerto de Ibiza alrededor de 120 cruceros frente a los poco más de 40 del pasado 2021.

Este año, y debido a un cambio en las políticas de APB, la información sobre la llegada de cruceros solo se publicará mes a mes, por lo que es difícil avanzar el número total de este tipo de embarcaciones en el puerto ibicenco.

Ocupación de ferris regulares

Desde otra consignataria, Toni Escanellas reconoció que la temporada se presenta «bien» puesto que, según sus previsiones, van a recuperar la actividad de antes de la pandemia. En su caso, gestionarán el primer crucero- Queen Elizabeth- el 26 de abril. «El último crucero lo recibiremos en noviembre. Calculamos que este año habrá unas 160 escalas en total», señaló.

Desde esta empresa explicaron que existe «tanta ocupación de ferris» en el puerto de Ibiza que muchos cruceros han tenido que retrasar varias horas su llegada: «Suelen querer atracar a primera hora para aprovechar el día pero, al no haber capacidad de muelles, han tenido que retrasar las llegadas para después de las 11.30 horas. Esto ha producido bastante malestar a las compañías ya que han tenido que disminuir horas de atraque y trastoca excursiones y todo».

Según Escanellas, aunque las reservas de los cruceros sean anteriores, tienen preferencia los ferris que puedan cubrir otros trayectos. Para no alterar los viajes, los cruceros optan por reducir hasta cuatro horas la duración de las escalas en Ibiza, con el evidente perjuicio para los comercios o restaurantes.

«Alguno puede haber cancelado porque tenía al comienzo otras previsiones. Además, los cruceros se venden con dos años de antelación y si se compra un itinerario y después se altera», explicó este consignatario.    Escanellas lamentó que en el interior del puerto los cruceros de menores dimensiones tampoco pueden atracar en los muelles conocidos como duques de alba debido al mal estado de estas infraestructuras.

Desde Ibiza Mar Consignatarios reconocieron que el problema de la falta de espacio en el puerto de Ibiza no es algo nuevo, por lo que deben planificar y ajustar las horas de escala de cada embarcación para dar cabida a todas estas naves. «Tenemos el muelle que tenemos. Los cruceros van a es Botafoc y el tráfico entres las Pitiusas va al muelle interior. El turismo de cruceros es muy importante para el pequeño comercio y lo que interesa es ir recuperando la actividad económica y este tipo de visitante aporta mucho en este sentido», explicaron.

Los comerciantes

Para los vecinos y comerciantes de la Marina y de la zona del puerto, el turismo de cruceros es uno de los más importantes. Según reconoció ayer Joaquín Manuel Senén desde la asociación que les aglutina, están «bastante esperanzados» con el inicio de esta temporada.

Senén recordó cómo el año pasado llegaron a Ibiza muy pocas naves de este tipo y, debido a las restricciones por el Covid, los cruceristas no tuvieron libertad para moverse por la isla e ir de compras. «Es una manera más de trabajar y aprovechar la temporada. Siempre hemos luchado para que los cruceristas pudieran ser trasladados en autobús hasta el muro y es algo que todavía tenemos pendiente. Sería una buena idea», insistió Senén.

El presidente de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiusas, Alfonso Rojo, destacó además que la llegada del primer crucero supone el «pistoletazo de salida en un sector que ha ido evolucionando». El presidente reconoció que el gasto que podían llegar a realizar los cruceristas en años anteriores era algo superior, pero «siempre es muy bienvenido».

A finales del pasado octubre, los datos que manejaba entonces la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) indicaban que podrían recalar este año en Ibiza 161 cruceros, aunque advertían de que la cifra iba a variar en función de las nuevas reservas o cancelaciones de último momento.

La primera embarcación de estas características en volver a la isla después de la pandemia fue el Aida Perla, de 300 metros de eslora y con 1.400 pasajeros a bordo. Esta nave recaló en Ibiza el pasado 20 de julio, después de un parón de 20 meses. Prácticamente recuperada la normalidad, este año el segundo crucero de la temporada, MSC Seaside, recalará en el puerto de Ibiza este próximo miércoles.