Como es tradición la Misa Crismal fue oficiada por el obispo de Ibiza y Formentera Vicente Ribas y contó con la presencia de todos los sacerdotes de la diócesis. | Daniel Espinosa

El Jueves Santo la Misa Crismal volvió a celebrarse en la Catedral de Santa María de les Neus, en la fecha marcada tradicionalmente dentro del calendario cristiano de la Semana Santa, después de que en 2021 se decidiera cambiar de día.

La ceremonia estuvo presidida por el obispo de Ibiza y Formentera Vicente Ribas, al que acompañaron, como es tradición, todos los sacerdotes que están actualmente trabajando en las distintas parroquias que hay distribuidas por la diócesis de Ibiza y Formentera. Además, fue seguida por numerosos fieles que llenaron el interior de la Catedral.

Se trata de una ceremonia clave en el imaginario cristiano ya que en ella se consagran el óleo del Santo Crisma, perfumado y que representa al Espíritu Santo, el óleo de los catecúmenos y el óleo de los enfermos que se utilizan para la administración de cuatro sacramentos de la fe como el bautismo, la confirmación, la orden y la unción de los enfermos.

Además, en la Misa Crismal también se incluye la renovación por parte de los sacerdotes de sus promesas, su consagración y dedicación a Cristo y a la Iglesia, prometiendo unirse más aún a ellos.