El neurólogo Molina, el director de Aemif, Ismael Vargas, y algunos sanitarios del centro de salud de Es VIver. | Irene Arango

«El control de la fase inflamatoria de la enfermedad es muy eficaz. Incluso hay muchas esperanzas en que llegue la cura para la esclerosis múltiple», subrayó el neurólogo de Can Misses, Luis Alberto Molina, antes de comenzar su charla explicativa sobre esta patología en el centro de salud de es Viver.

Este profesional, que también atiende a los usuarios de la Asociación Esclerosis Múltiple Ibiza y Formentera (Aemif) desde 2008, ofreció este lunes un discurso con el objetivo de visibilizar esta patología bajo el lema de este año: La persona con Esclerosis Múltiple, en el centro.

Una consigna que, según el presidente de la entidad, Ismael Vargas, busca dar más voz a los pacientes afectados por la enfermedad para que tengan un papel más activo en las decisiones que afectan a su calidad de vida.

Tratamientos

Molina señaló a Periódico de Ibiza y Formentera que, afortunadamente, se han hecho grandes avances en el tratamiento de la esclerosis múltiple (EM) en los últimos años.

«Antes solo existían los corticoides, pero enseguida comenzaron a salir los interferones, medicamentos modificadores de la enfermedad. Hasta entonces no se había logrado obtener ninguna molécula que fuese superior en eficacia para tratar esta patología», explicó este experimentado neurólogo. En este sentido, subrayó que, actualmente, se disponen de 14 moléculas modificadoras de la enfermedad que permiten detener la progresión de la esclerosis múltiple.

Señaló que la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) está desarrollando moléculas que, no solo pueden detener la dolencia, sino también evitar la inflamación y la pérdida de mielina,    sustancia que recubre la mayoría de las fibras nerviosas. «El objetivo es poder recuperar y restablecer acciones olvidadas», apuntó.

Un momento de la charla del neurólogo Luis Alberto Molina.

Además, según este neurólogo, estos tratamientos posibilitan al paciente disminuir la tasa anualizada de recaídas de EM un 80%. Asimismo, según Luis Alberto Molina, la mayoría de los enfermos pueden llegar a conseguir y mantener una función óptima imprescindible para su calidad de vida. «Todos aquellos pacientes con secuelas tras los brotes están integrados en el sistema de rehabilitación y fisioterapia que permite recuperar funciones con vistas al futuro», puntualizó este profesional minutos antes de entrar a una de las salas del centro.   

Diagnósticos

Más de 30 personas, la mayoría sanitarios de es Viver, asistieron este lunes a la charla de Molina. Durante la jornada, se trataron algunas de las cuestiones más preocupantes de la patología, como los tipos de diagnóstico de diferentes alcances.

«La esclerosis múltiple secundaria progresiva es la forma más avanzada de la enfermedad y se alcanza cuando el grado de discapacidad persiste o empeora entre brotes. Este tipo de EM puede aparecer después de una fase», explicó. Además, señaló que las mujeres tienen el doble de probabilidad que los hombres de desarrollar esclerosis múltiple. En este sentido, subrayó que    la edad media de aparición es 29-33 años.

«Estoy estupenda»

En la charla de este lunes estaba la sanitaria Virginia Sánchez. Esta mujer, de 37 años, fue diagnosticada de EM a finales del año pasado. «Me siento genial. Estoy estupenda», señaló esta enfermera. En esta línea, reconoció que siempre había asociado la esclerosis múltiple a una silla de ruedas.

Virginia Sánchez, enfermera y paciente con esclerosis múltiple.

«Tenía una concepción equivocada de la enfermedad», señaló Virginia Sánchez. Asimismo, puntualizó que, tras el resultado de la resonancia, tuvo que ingresar en el hospital para hacerse más pruebas a finales de 2021. «Ya no tengo miedo. Se ha avanzado mucho en su tratamiento y en mejorar la calidad de vida», explicó.

El apunte
Vanessa Hernández

EM y ELA:dos enfermedades crónicas del sistema nervioso, pero muy distintas

Vanessa Hernández

Según el neurólogo Luis Alberto Molina, muchas personas tienden a confundir la Esclerosis Múltiple (EM) con la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). No obstante, son enfermedades totalmente diferentes.

Molina subrayó ayer que ambas se llaman esclerosis porque las dos se desarrollan en el cerebro, provocando lesiones o cicatrices. «A la cicatrización se la conoce como esclerosis», explicó. En este sentido, afirmó que tanto los mecanismos como las causas y los pronósticos son diferentes.

«Las topografías cerebrales son distintas. Lo mismo ocurre con los tratamientos», destacó. Sin embargo, apuntó que, pese a que ambas son enfermedades neurodegenerativas, la EM tiene un componente inflamatorio. «En esta esclerosis se puede actuar sobre la inflamación e intentar que el componente degenerativo no se desarrolle», subrayó.

Asimismo, explicó que esta degeneración afecta a la sustancia gris del cerebro y de la médula espinal mientras que el componente de la esclerosis lateral amiotrófica afecta a la sustancia blanca. «Son muy diferentes. La ELA es una enfermedad neurológica progresiva que no dispone de ningún tratamiento que permita detener el proceso degenerativo», apuntó Molina.