El acusado junto a su abogado durante el juicio que se ha celebrado en Palma. | Alejandro Sepúlveda

A la segunda fue la válida pero sin cambiar el sentido de su deliberación. El jurado popular ha emitido este viernes a mediodía un veredicto de culpabilidad por homicidio imprudente, no asesinato con alevosía, para Mitchell Andrew Loveridge, el joven británico de 25 años juzgado por la muerte a puñetazos de Harry J.K., de 21 años y también británico, fallecido el 18 de julio de 2018 en Sant Antoni.

Esta mañana, tras retirarse a deliberar la tarde del jueves, el jurado elevó su veredicto pero la magistrada presidente del Tribunal, Ana Pérez, lo devolvió para que el jurado «argumentase y motivase más su decisión». Cuatro horas después, nueva lectura del veredicto en el mismo sentido: el jurado no advertía ensañamiento ni alevosía y se ratificaba en un veredicto de culpabilidad por homicidio imprudente.

Tras esta decisión, la representante fiscal, que inicialmente solicitaba 18 años de prisión, reclamó que la sentencia recoja un delito de homicidio imprudente en su máxima pena y pide 4 años de cárcel para el acusado.

Durante el juicio, el abogado de la defensa, tanto el primer día como en sus conclusiones finales, insistió en que se trataba de un homicidio imprudente y no un asesinato porque no hubo un móvil. Finalmente, el jurado consideró probado que no existió una causa y no tenía intención de acabar con la vida de la víctima.

Igualmente indicaron como no probado que el acusado siguiese pegando a la víctima cuando éste estaba en el suelo y que tuviese miedo de la reacción de la víctima, tal y como indicó en su declaración en el primer día de juicio, para saltar por el balcón y seguir huyendo.

En sus alegaciones al veredicto, tanto Fiscalía como acusación particular han pedido la misma pena de prisión, cuatro años, por un delito de homicidio imprudente y otro de lesiones, así como que la satisfacción de la responsabilidad civil a padres y hermanos de la víctima sea compensada en su totalidad. Asimismo, han solicitado que la entrega del pasaporte por parte del acusado se haga cuando se haya dictado la sentencia.

Para acabar, el abogado de la defensa ha pedido un año de cárcel para su representado. En cuanto a la retirada del pasaporte y la responsabilidad civil solicitada por el Ministerio Fiscal, el letrado no ha puesto objeción. Las indemnizaciones solicitadas ascienden a 306.264 euros.

El apunte

El jurado entiende que no hubo premeditación

La agresión mortal ocurrió al alba del 18 de julio de 2018, cuando el acusado, que trabajaba de temporada en un local de Ibiza, estaba en un apartamento de Sant Antoni con otros amigos.

«Fueron dos puñetazos de autodefensa. Yo había tratado de mediar en una discusión porque había uno fumando marihuana en una habitación (...) Yo respondí a sus golpes. Ocurrió todo muy rápido. Él estaba consciente, recostado sobre una maleta y como no había picaporte en la puerta, salté por el balcón…», señaló Mitchell Andrew Loveridge, el lunes, en el primer día del juicio celebrado con un tribunal popular en la Audiencia Provincial. Ahora, el caso de la Plaça s’Era d’en Manyà ya espera sentencia.