Foto archivo del vertedero de Ca na Putxa

El conseller insular de Gestión Ambiental, Vicente Roig (Ibiza, 1973), afronta su tercera celebración del Día Mundial del Medio Ambiente en su cargo con la satisfacción de que, en este tiempo, ha puesto su granito de arena para hacer de Ibiza una isla más sostenible.

—¿Qué balance hace de los tres años que lleva al frente del departamento de Gestión Ambiental?

—Un balance positivo, no puede ser de otra forma. Sobre todo por la visibilidad que se le ha dado al departamento y lo que realmente el Consell hace en la competencia directa que es gestión ambiental. Hemos tenido muchos retos, la puesta en marcha de la planta de triaje de Ca Na Putxa, que aunque haya tenido sus más y sus menos es una planta que funciona y que está permitiendo reducir un 60% los residuos que van al vertedero, con lo cual el balance es muy positivo.

—¿Hay algo que no le ha dado o no le va a dar tiempo a hacer y quisiera haber dejado cerrado esta legislatura?

—Muchas cosas, porque al fin y al cabo el plan director de gestión de residuos urbanos, que también ha sido aprobado durante esta legislatura, es muy amplio y es un plan a siete años con muchos deberes y que no nos da tiempo a cubrir todos. Pero sí que es verdad que también políticamente nos habíamos marcado dos objetivos: los traspasos en gestión de aguas y el reglamento de contaminación lumínica. Un reglamento es un proceso bastante complicado. Se ha hecho todo el proceso de participación, se han hecho los informes jurídicos y ahora también se está con los informes técnicos, pero creo que no dará tiempo a acabar este reglamento, que además tiene que ser parte de la modificación del Plan Territorial Insular. En la gestión del agua sí que tenemos algunas cifras, hemos tenido dos reuniones con el Govern balear, tres reuniones técnicas también con los técnicos de Abaqua del Govern y, además, también reuniones técnicas y políticas con los diferentes ayuntamientos para ir teniendo datos para poder hacer la confección y a constitución de ese Instituto Ibicenco del Agua que tiene que gestionar el agua tanto depurada como desalinizada.

—¿Qué vida útil le queda al vertedero de Ca Na Putxa?

—En principio, año arriba o año abajo, porque la precisión en este caso es un poco complicada, garantizado lo tenemos para los próximos seis años. Digo seis porque el Plan Director decía siete pero ha pasado ya un año desde su aprobación, con lo cual podemos garantizar que tenemos vertedero para los seis próximos años. Y, funcionando como está funcionando la planta de triaje y, repito, pasando de 138.000 toneladas que se llevaron en 2019 a no llega a las 52.000 que se llevaron este año, el balance es positivo, con lo cual esto nos va a ayudar a que esa vida sea un poco más larga.

—¿Y qué pasará cuando se acabe esa vida útil? ¿Se cerrará el vertedero?

—Ca Na Putxa no se va a cerrar. La planta que hemos construido tiene una vida útil mínimo de 25 años y el vertedero siempre será un vertedero, aunque esté inerte. Siempre tendrá gas, siempre será una zona peligrosa. Lo que habrá que hacer es clausurar las celdas cuanto antes pero siempre necesitará de una gestión, no se cerrará al 100% nunca. Existe desde los años 50 y no va a desaparecer nunca de ahí. Las celdas tienen antorchas de gas porque lo que hay ahí es materia que produce combustión. Ahora lo que hay que decidir es dónde irán a para los residuos de Ibiza una vez que se clausure Ca Na Putxa. En base a los informes que se nos presenten, entre las instituciones y con la participación ciudadana habrá que tomar la decisión de qué es lo que hay que hacer con los residuos.

—¿Hasta cuándo se podrá seguir asumiendo la llegada de residuos de Formentera?

—Inicialmente, dentro del plan Director de Gestión de Residuos de Ibiza sí que se contempla la recepción de estos residuos de la isla vecina. Recordemos que en 2007, cuando se hizo la división de los dos consells, una de las cosas que no se tuvo en cuenta en aquel momento por parte de la gestión de la legislatura 2007-2011 fue precisamente el traspaso del contrato de la UTE de Ibiza y Formentera, con lo cual no se dividió el contrato por lo que existe esa obligación de Ibiza de recibir esos residuos y dentro de este plan de residuos que tenemos aprobado desde hace dos años se contempla la recepción de estos residuos. De momento los próximos seis años seguiremos recibiendo.

—¿Hay prevista en algún momento la quema de residuos en Mallorca?

—Dentro de lo que son las alternativas al vertedero de Ca Na Putxa una de las opciones que existe podría ser perfectamente la de trasladar esos residuos a Mallorca. Esas alternativas nos las tendrá que decir ese plan que se está redactando y que ya está en proceso de finalización. Esas alternativas tendrán que tener luego una valoración técnica y tendrán que sufrir también un proceso participativo, porque pensamos que son decisiones que se tienen que tomar con la sociedad civil ya que es una problemática social la de generación de residuos, de toda la ciudadanía, y al igual que otros problemas como puede ser el transporte o la gestión urbana el ciudadano tiene que participar de ello.

—¿Es compatible la sostenibilidad con el crecimiento turístico?

—Es compatible la sostenibilidad con un crecimiento sostenible. Es decir, cuando se habla de decrecimiento estamos de acuerdo en que debe haber un decrecimiento, pero en la parte ilegal. Lo que no puede ser es que estemos teniendo problemas de intrusismo y que, por parte de las administraciones competentes, no nos ayuden a poder atajar rápido esas problemáticas. Nos ayuda el nuevo decreto ley que está programando el Govern balear con la redacción que se le propuso desde el Consell d’Eivissa, pero es una lástima que no ataje a fondo y radicalmente la posibilidad de poder entrar en aquellos espacios en los que flagrantemente se esté incumpliendo la Ley de Actividades y que nos está provocando una merma tanto económica como medioambiental. Las plazas legales no son el problema, el problema es la explotación ilegal, contra la que debemos luchar y que en los tres últimos años del departamento de intrusismo que capitanea el vicepresidente primero Mariano Juan lo está haciendo excelentemente y dando unos resultados visibles. Lo que tenemos que dar a la Policía y la Guardia Civil son herramientas jurídicas que les permitan atajar esta problemática y poder ser realmente un destino sostenible.

—¿En qué punto está el proyecto de limitación de entrada de vehículos en la isla? ¿Cómo se está afrontando esta medida?

—Es una medida que está afrontando directamente el vicepresidente primero Mariano Juan, conjuntamente con el presidente, Vicent Marí. Se están haciendo diferentes reuniones con patronales, empresas y grupos políticos para dar a conocer las líneas generales que tendría que seguir esta normativa para poder hacer un texto y una propuesta al Govern balear para que Ibiza pueda modular de alguna manera la entrada de vehículos, poniendo especial énfasis en la parte de alquiler y en las autocaravanas. Es una herramienta más que nos ayudará a ser un territorio mucho más sostenible de lo que es ahora.

—Hace aproximadamente un año se inició el proceso de implantación del contenedor marrón en la isla. ¿Cómo está resultando dicha implantación?

—Está resultando muy positiva. Tenemos plenamente instaurada la recogida orgánica tanto en Vila como en Sant Josep y San Antoni, con una cotas muy altas y que además han permitido incrementar el porcentaje de residuos reciclados de una manera muy importante. El balance es muy positivo y tenemos ganas de que tanto Sant Joan como Santa Eulària puedan ponerse ya en la fase de la fracción orgánica domiciliaria, porque lo que es a los productores y grandes productores como hostelería y supermercados ya se les está haciendo esa recogida. Esperemos que cuanto antes mejor porque además este residuo nos permite que la planta de Ca Na Putxa sea completamente autónoma a nivel energético ya que la fracción orgánica nos permite gestionar todo ese gas con el que se genera electricidad.

—¿Reciclamos los ibicencos más que hace tres años? ¿En qué cifras nos movemos?

—Reciclamos bastante más porque hemos pasado de un 17% a un 24%, lo cual es muy positivo. La entrada de la fracción orgánica ha permitido que este porcentaje suba de manera exponencial, si bien estamos todavía en datos muy lejanos de lo que tendría que ser la recogida en origen. Recordemos que la normativa actualmente nos decía que en 2023 se tenía que recoger el 55% de los residuos en origen, lo que nos dice que, a nivel general, debemos ser conscientes de que hay que hacer un esfuerzo y hay que incrementar la recogida selectiva.

—¿Qué estrategias tiene previsto desarrollar el Consell para fomentar el reciclaje?

—Hemos hecho una planificación, hemos hecho un plan de medios con un valor de casi 600.000 euros que irá financiado con fondos europeos para poder incidir en lo que es la fracción orgánica, pero desde el Consell sí que es cierto que hemos puesto en marcha durante esta legislatura la Oficina de Residuos que está abierta y al alcance de los ciudadanos para aprender y mejorar esa actitud hacia el reciclaje y poder tener la información exacta ya no sólo de cómo reciclar, sino que incluso de dónde hay que tirar un determinado producto. También hemos creado un teléfono gratuito en el departamento para contestar estas dudas. Estamos creando herramientas para que el ciudadano pueda tener esas opciones y vamos a crear también campañas bastante más agresivas porque ese porcentaje del 24% que decíamos antes no es lo bastante.

—¿Se podría prever la implantación del pago por reciclar, como se va a hacer en Formentera como experiencia piloto y como se lleva haciendo desde hace años en países del norte de Europa?

—Tenemos que tender a ese objetivo. Es complicado. Con los grandes productores, es decir con el canal Horeca, con todo lo que es hostelería, supermercados y restaurantes es relativamente fácil, además por ley ya están obligados a separar todas las fracciones. El Ayuntamiento de Santa Eulària, por ejemplo, ya ha hecho bonificaciones en ese sentido. Lo que sí que es cierto es que, cuando en un mismo contenedor están los residuos de tres escaleras diferentes o de tres vecinos diferentes es complicado poder saber qué es lo que recicla y cómo recicla cada uno de ellos. Técnicamente ya empieza a salir al mercado alguna solución. Me consta que incluso en los nuevos pliegos que están desarrollando en Santa Eulària ya se está empezando a captar esa posibilidad y es a lo que tenemos que tender. Porque por el principio de que quien contamina paga es muy importante que podamos ejercer esa voluntad, porque no es justo que pague lo mismo una persona que tiene cuatro contenedores o cuatro cubos de basura en su vivienda que aquel que no tiene ninguno y lo tira todo en la misma bolsa.