Los 12 integrantes de la colla Es Broll visitaron las pirámides o el museo egipicio, entre otros enclaves, durante su viaje.

Si en algo coinciden los 12 componentes de la colla de Es Broll que aaban de regresar de Egipto es que este viaje ha supuesto para todos una experiencia inolvidable. La agrupación folklórica de Santa Eulària, que acaba de cumplir 40 años, ha participado en la novena edición del Festival Internacional de Tambores y Artes Tradicionales de El Cairo, un evento organizado por el Gobierno del país en el que han actuado grupos de todo el mundo. Durante ocho días, los repics de las castanyoles y el sonido de los tambors han invadido la ciudad cairota, despertando el interés de miles de espectadores.

Para Miquel Serra, fundador de la colla junto a Anna Costa, la participación en este festival ha sido toda una aventura: «Hasta ahora, nos habíamos movido por toda España, Europa o incluso América, pero    nunca habíamos participado en un festival organizado directamente por el Ministerio de Cultura de un país, por lo que ha sido impresionante poder bailar en determinados lugares, además de toda la inversión que ha llevado a cabo para este evento el Gobierno egipcio, que ha contado con un presupuesto increíble».

De hecho, Serra destaca cómo el grupo ha podido actuar en enclaves tan importantes de El Cairo como la histórica Ciudadela de Saladino o el palacio de Qansuh El- Ghuri, el último sultán mameluco. «Nosotros damos a conocer la cultura de Ibiza, pero también te empapas de la de estos lugares ya que pudimos visitar las pirámides o el museo egipcio, lo que permite descubrir las diferencias entre unas naciones y otras», afirma Serra.

Según reitera, la experiencia ha sido «muy importante y es una especie de premio para la colla», también al coincidir con el 40 aniversario de la formación de Es Broll.

Además de recordar la carga monumental de la ciudad, Serra se sigue estremeciendo cuando rememora la tremenda afluencia de público en cada una de las actuaciones de Es Broll, así como la gran cobertura mediática del festival, aspectos que no olvidará fácilmente: «El caso que hacían a nuestros bailes o las colas de personas para fotografiarse con nosotros, es algo que te hace sentir muy bien». «Esta experiencia nos da fuerzas para seguir», concluye el sonador.

Alejandro, uno de los jóvenes balladors que viajó a Egipto, también asegura que el viaje ha supuesto una aventura «inolvidable», sobre todo por la posibilidad de conocer a gente de otros países como Jordania o Túnez. «Aunque no habláramos la misma lengua, intentábamos siempre estar unidos», puntualiza.

Este ballador recuerda especialmente la amistad que ha podido entablar con miembros del grupo mexicano participante en el festival. Para Alejandro, uno de los momentos más especiales del certamen fue cuando, en la inauguración, músicos procedentes de más de 40 países fueron capaces de cuadrar a la perfección el sonido de sus instrumentos de percusión e interpretar todos juntos una pieza musical. También en la clausura del festival, los sonadors de Es Broll fueron invitados a mezclar el repic de sus castanyoles con los ritmos de un grupo procedente de Yemen.

María, una de las balladores de la agrupación folklórica, coincide con sus compañeros y destaca que el viaje a Egipto será algo que «no podremos olvidar nunca, estoy segura».

«Ha sido un festival muy bonito con muchos países participantes, por lo que hemos podido descubrir y disfrutar de otros bailes folklóricos. Al final, te das cuenta de lo diferentes que somos», relata. María reconoce lo «bien que nos hemos sentido, bailando en los lugares más increíbles de El Cairo y viendo cómo a la gente le ha encantado el folklore y los trajes de Ibiza».

«Es un cambio cultural muy grande, con costumbres muy diferentes a las nuestras, pero en todo momento nos hemos sentido muy bien. Ha sido un viaje que todos recordaremos», asegura.

El festival

La agrupación ibicenca tenía que viajar a Egipto en 2020, aunque la pandemia truncó esa posibilidad. Dos años después, el Ministerio de Cultura egipcio volvió a invitar a la colla ibicenca, que ha compartido escenario con formaciones como el Ballet Nacional de Egipto o la Troupe Nationale Tunisienne Des Arts Populaires. Durante el evento, el Gobierno egipcio quiso rendir también un homenaje al guitarrista Paco de Lucía.

El agregado cultural de la Embajada española en El Cairo, Cándido Creis, celebró también la presencia del grupo ibicenco en el festival y resaltó la importancia de mostrar al mundo que Ibiza es mucho más que sol y discotecas y que España es mucho más que flamenco.

En cuestión de semanas, Es Broll viajará a Portugal para seguir presentando al mundo el ancestral ball pagès.