Fabián Obrete a bordo del Eider. | Toni Planells

El llaüt mallorquín ‘Eider’, es una embarcación fabricada en Port de Pollença en 1971 por el ‘mestre d’aixa’ mallorquín Josep Porret. Unas características que solo comparten otros dos barcos en el mundo.

El llaüt permanece amarrado en el puerto deportivo de Sant Antoni desde hace cuatro meses. Su responsable, Fabián Obrete, reclama algún tipo de ayuda para que esta embarcación pueda permanecer amarrada en puerto seguro y no fondeada, como parece que va a ser su destino al no poder continuar en el puerto deportivo.

Obrete se hizo con el ‘Eider’ hace un par de años. «Fui a ver una lancha que vi en un anuncio y estaba el ‘Eider’ al lado. Al principio no la vendían, pero dos años más tarde la pude comprar por 2.000 euros. Estaba Hecho polvo. Estuve trabajando para restaurarlo durante un año y medio», explicaba el dueño de la embarcación, que ya había restaurado otro llaüt, este de fibra, y lo vendió después.

El Eider amarrado en Sant Antoni.

Esta misma intención, venderlo, es la que tiene Obrete con el Eider. Pero lo que más le urge, por el momento, es poder mantenerlo amarrado. «Si lo fondeo el barco corre peligro. Un barco de fibra aguanta bien, pero este, que es de madera, si viene un viento de poniente y se lo lleva lo va a hacer polvo. Con todo lo que he trabajado en él». Para ello reclama que se certifique su llaüt como embarcación histórica, de manera que tenga algún derecho a mantenerlo en un amarre seguro y así poder conservar esta embarcación. Una calificación, la de embarcación histórica, que Fabián argumenta con el BOE en la mano. Según el Real Decreto 784/2021, de 7 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento de buques y embarcaciones históricos y sus reproducciones singulares. En el punto 1 del artículo cuatro reza: «Se entiende por barco clásico aquel propulsado a vela o motor destinado a la náutica de recreo y construido en madera o materiales metálicos con anterioridad al año 1975».

Singular, pero no histórico

A este respecto, desde el Consell reconocen la singularidad de esta embarcación, pero no su consideración como histórica «al estar construida en 1971». Además, tal como se explica desde el Consell, no se trataría de una construcción típica de Ibiza ni de vela latina, que son los rasgos que, desde Patrimonio, se consideran a la hora de ser objeto de protección o de declaración de interés.

No obstante, el Consell sí reconoce su singularidad, por lo que aseguran que se está procediendo a preparar un expediente de reconocimiento de esta singularidad para que así pueda tener un espacio preferente en alguna de las marinas sociales.

Por su lado, desde la Associació Marítimo-Cultural, también reconocen la singularidad de la embarcación, «cualquier embarcación artesanal, por definición ya es única», comentaba Toni Sendic, responsable de la Asociación. Sin embargo Sendic apunta a su escasa vinculación con Ibiza,    a la hora de priorizarlo para incluirlo en el catálogo museístico de embarcaciones históricas de Ibiza, «hay otros barcos que tienen más urgencia a la hora de ser inventariados», apuntaba Sendic.

Como solución, el responsable de la Associació Marítimo-Cultural, apuntaba a su inclusión como patrimonio flotante para que, de esta manera, Ports de Balears le pueda ofrecer un amarre a un precio más asequible. «Es un barco operativo y que está relativamente bien. Lo suyo es que esté navegando, la vida de un barco es navegar, no estar en un museo», apuntaba Sendic.

«El problema de la práctica totalidad de las embarcaciones tradicionales es, básicamente, que no hay amarres», explicaba Sendic, que también aseguraba que «quien tiene un llaüt lo saca en verano para poder alquilar el amarre y así poder mantenerlo todo el año, lo que pasa es que los barcos sufren fuera del agua. Cuando un barco lleva mucho tiempo fuera del mar parece más un cesto que un barco».

El llaüt mallorquín ‘Eider’, es una embarcación fabricada en Port de Pollença en 1971 por el ‘mestre d’aixa’ mallorquín Josep Porret. Unas características que solo comparten otros dos barcos en el mundo.

El llaüt permanece amarrado en el puerto deportivo de Sant Antoni desde hace cuatro meses. Su responsable, Fabián Obrete, reclama algún tipo de ayuda para que esta embarcación pueda permanecer amarrada en puerto seguro y no fondeada, como parece que va a ser su destino al no poder continuar en el puerto deportivo.

Obrete se hizo con el ‘Eider’ hace un par de años. «Fui a ver una lancha que vi en un anuncio y estaba el ‘Eider’ al lado. Al principio no la vendían, pero dos años más tarde la pude comprar por 2.000 euros. Estaba Hecho polvo. Estuve trabajando para restaurarlo durante un año y medio», explicaba el dueño de la embarcación, que ya había restaurado otro llaüt, este de fibra, y lo vendió después.

Esta misma intención, venderlo, es la que tiene Obrete con el Eider. Pero lo que más le urge, por el momento, es poder mantenerlo amarrado. «Si lo fondeo el barco corre peligro. Un barco de fibra aguanta bien, pero este, que es de madera, si viene un viento de poniente y se lo lleva lo va a hacer polvo. Con todo lo que he trabajado en él». Para ello reclama que se certifique su llaüt como embarcación histórica, de manera que tenga algún derecho a mantenerlo en un amarre seguro y así poder conservar esta embarcación. Una calificación, la de embarcación histórica, que Fabián argumenta con el BOE en la mano. Según el Real Decreto 784/2021, de 7 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento de buques y embarcaciones históricos y sus reproducciones singulares. En el punto 1 del artículo cuatro reza: «Se entiende por barco clásico aquel propulsado a vela o motor destinado a la náutica de recreo y construido en madera o materiales metálicos con anterioridad al año 1975».

Singular, pero no histórico

A este respecto, desde el Consell reconocen la singularidad de esta embarcación, pero no su consideración como histórica «al estar construida en 1971». Además, tal como se explica desde el Consell, no se trataría de una construcción típica de Ibiza ni de vela latina, que son los rasgos que, desde Patrimonio, se consideran a la hora de ser objeto de protección o de declaración de interés.

No obstante, el Consell sí reconoce su singularidad, por lo que aseguran que se está procediendo a preparar un expediente de reconocimiento de esta singularidad para que así pueda tener un espacio preferente en alguna de las marinas sociales.

Por su lado, desde la Associació Marítimo-Cultural, también reconocen la singularidad de la embarcación, «cualquier embarcación artesanal, por definición ya es única», comentaba Toni Sendic, responsable de la Asociación. Sin embargo Sendic apunta a su escasa vinculación con Ibiza, a la hora de priorizarlo para incluirlo en el catálogo museístico de embarcaciones históricas de Ibiza, «hay otros barcos que tienen más urgencia a la hora de ser inventariados», apuntaba Sendic.

Como solución, el responsable de la  Associació Marítimo-Cultural, apuntaba a su inclusión como patrimonio flotante para que, de esta manera, Ports de Balears le pueda ofrecer un amarre a un precio más asequible. «Es un barco operativo y que está relativamente bien. Lo suyo es que esté navegando, la vida de un barco es navegar, no estar en un museo», apuntaba Sendic.

«El problema de la práctica totalidad de las embarcaciones tradicionales es, básicamente, que no hay amarres», explicaba Sendic, que también aseguraba que «quien tiene un llaüt lo saca en verano para poder alquilar el amarre y así poder mantenerlo todo el año, lo que pasa es que los barcos sufren fuera del agua. Cuando un barco lleva mucho tiempo fuera del mar parece más un cesto que un barco».

El apunte
Toni Planells

Un llaüt mallorquín

Toni Planells

El ‘Eider’ es un llaüt mallorquín, de vela marconi, de 7,50 metros de eslora y 2,45 metros de manga. Fue fabricado en 1971 en los astilleros de Port de Pollença por el ‘mestre d’aixa’ Josep Porret con madera de pino.