Imagen de archivo de una playa de Ibiza

El secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, explicó ayer que el nivel de reservas para el verano ronda un 80 % del precovid y, en destinos como Ibiza, Palma o algunos de Andalucía y Canarias, se sitúa ya incluso por encima, por lo que ha anticipado una excepcional temporada alta.

Aunque las consecuencia del conflicto en Ucrania añaden un elemento adicional de incertidumbre, hasta la fecha, «no estamos anticipando que la espiral inflacionista esté dañando la intensidad de la recuperación de la pandemia, que empezó en Semana Santa»,    afirmó en su intervención en los Diálogos Spain Investors Day en Estudio de Comunicación.

En Semana Santa, las previsiones del Gobierno que apuntaban a una recuperación del turismo internacional de un 80 %, se vieron superadas, según agregó.    A esto se ha empezado a unir desde principios del año el aumento del gasto medio turístico, que ha pasado de 987 a 1.031 euros, y, aunque es aún pronto para apuntar una tendencia, se empieza a consolidad el modelo por el que está apostando el Gobierno y que es el de la rentabilidad y de un mayor valor añadido a nuestra oferta, según subrayó.

Además, Valdés espera que, como ocurrió en Semana Santa, las previsiones para el verano se vean superadas, teniendo en cuenta que, desde la pandemia, las reservas de última hora han adquirido mayor intensidad. A pesar de estos datos positivos, «tenemos que estar muy expectantes» porque es cierto que todavía hay que ver cuál flexible es la demanda al incremento de los precios y si las consecuencias de la tensión inflacionista que empiezan a trasladarse de manera significativa a la capacidad de consumo de las familias afectan al turismo. Preguntado por si España se podría convertir en un destino refugio frente a los competidores, debido a la guerra, Valdés no cree que estemos ahí.

No obstante, aseguró que uno de los primeros mercados que ha dejado de viajar es el ruso y, antes del conflicto, Turquía recibía a dos millones de turistas procedentes de ese país, lo que no se va a producir este año, con lo cual hay destinos que, por su dependencia de ese mercado, van a sufrir más que España. La dependencia de España del mercado ruso era menor, aunque había ciertos destinos especialmente dependientes de él como por ejemplo la Costa Dorado, con la que está trabajando el Gobierno para sustituir la ausencia rusa con otros mercados emisores.