Los profesionales de la sanidad desafiaron a las altas temperaturas y se manifestaron por las calles de Vila. | Daniel Espinosa

La Unión de Sanitarios por la Equiparación de la Indemnización por la Residencia (Useiri) salió este sábado a la calle para exigir en Ibiza la igualdad salarial con los profesionales que desempeñan su labor en zonas de Canarias, Ceuta y Melilla. La protesta fue secundada por diez personas que desafiaron el tremendo calor para mostrar su descontento por la situación que atraviesa la sanidad pitiusa.

Poco antes de la manifestación, desde la plataforma Useiri recordaron las «carencias» existentes, no tan solo en el ámbito sanitario sino también en el resto de la Administración pública. Por ello, quisieron reiterar que «seguimos ahí y pedimos que la indemnización por residencia se equipare con la que se percibe en las islas menores de Canarias».

El colectivo de sanitarios advirtió que «vamos a seguir» y criticó el uso político que se da a su demanda: «Vemos mal que estén en guerra unos y otros porque, al final, esto es un beneficio para toda la población ya que se están viendo las carencias y el déficit que hay y el sufrimiento de la comunidad sanitaria».

Desde Useiri, Juan aprovechó también para denunciar que este verano las plantillas de sanitarios están «fatal», recordando las dificultades registradas en servicios tan delicados como Oncología.

Lucila, auxiliar de Enfermería, fue una de las pocas personas que secundó este sábado la protesta porque «hay que pedir muchas cosas».

«De plantilla estamos muy mal este verano. Hay mucho trabajo y muy pocos profesionales», lamentó.

También Rosario, quien lleva más de 20 años trabajando en la sanidad pitiusa, consideró que la protesta de este sábado era «importante para toda la población de Ibiza» porque «los pacientes están desprotegidos y no cuentan con los profesionales suficientes para la realidad de las listas de espera».

«La atención no es la adecuada porque se está cambiando cada dos por tres de personal. La gente que viene a trabajar, en cuanto ve que no tiene vivienda, se vuelve a la península. Por eso, sería importante que subieran la indemnización por residencia, equipararla con Canarias para fidelizar plantillas», explicó la sanitaria.

Raúl, celador en Can Misses, secundó también la manifestación para reivindicar la equiparación con Canarias de los complementos por residencia. «Viendo el despropósito que hay aquí en cuanto a los alquileres, nos resulta más fácil marchar a nuestra tierra. Tengo en mi lugar de origen una hipoteca y pago menos por ella que aquí por una habitación», insistió.

«Estamos hartos de pedir esa igualdad salarial», explicó este celador que lleva diez años residiendo en Ibiza.

Carmen, una ciudadana a la que la protesta sorprendió en las Urgencias del Centro de Salud de Vila, expresó su apoyo a los sanitarios congregados. Como ejemplo, aseguró que en poco tiempo ha sido atendida por siete fisioterapeutas diferentes y lamentó el empeoramiento de la calidad asistencial porque «pides cita para el médico y tardan una semana en dártela».

Sobre la poca participación en la protesta de este sábado, desde Useiri consideraron que los compañeros están «desmotivados» puesto que llevan meses con las mismas reivindicaciones sin conseguir por el momento mejoras visibles.

La protesta, en la que se gritaron consignas como ‘Servicio público mal pagado, ciudadano abandonado’ o ‘Igualdad salarial’, transcurrió entre el Centro de Salud Vila, en la avenida 8 de Agosto, y el Hospital Can Misses, donde se leyó el manifiesto.

Indemnización por residencia

En él, los portavoces de Useiri recordaron que el objetivo de la manifestación era reivindicar la indemnización por residencia y que se equipare con el que perciben sanitarios destinados a determinadas zonas de Canarias.

«La situación es crítica porque estamos sin personal, sin los recursos necesarios que nos diferencian enormemente de otras comunidades y llevamos tiempo así. Basta ya de engaños y parches inútiles», reclamaron.

Los sanitarios aprovecharon para asegurar que la Administración ya estaba perjudicada desde antes la pandemia, con profesionales agotados a quienes se exige cada día más a pesar de la falta de recursos.   

Dirigiéndose a los representantes políticos en las islas, les pidieron que den un paso adelante porque «el perjuicio afectará a la calidad asistencial para todos los ciudadanos de las islas, con lista de espera altísimas,    delincuencia y tiempos excesivos en Justicia».

«No doy las gracias a unos gobernantes que llevan años mirando a otro lado o al voto en otros lugares que nos ha dejado sin posibilidades de indemnización en los presupuestos del año que viene», concluyeron.

El apunte

El colectivo de sanitarios que surgió en plena crisis de Covid

Las protestas de Useiri comenzaron meses atrás, en plena pandemia de Covid, cuando un grupo de sanitarios impulsó varias acciones para exigir la equiparación salarial por residencia. Desde el principio explicaron que en Ibiza el colectivo estaba en peores condiciones debido al alto coste de la vida. A modo de ejemplo, aseguraron entonces que en Canarias un médico llegaba a cobrar hasta 600 euros mensuales más que en Baleares y en el caso de Ceuta y Melilla, casi 900 euros más. Evitar la fuga de profesionales era otro de sus objetivos. Una vez el Govern concedió a los sanitarios la Medalla de Oro de Baleares, el colectivo rechazó públicamente este galardón e incluso consideró una «vergüenza que les den medallitas», les bajen el sueldo y no se les abone un complemento por residencia «como es debido».    La irrupción de la plataforma de trabajadores Unisep, de la que Useiri fue excluida, fue un duro golpe para el colectivo de sanitarios, poco activo desde entonces en sus reivindicaciones.