Marc Ferrer en su finca, Can Malacosta. Esta finca ha suscrito un convenio con la Conselleria balear de Educación para que los alumnos de Can Marines hagan allí las prácticas. | Toni Planells

El alumnado de Can Marines de los cursos relacionados con la producción ganadera han tenido la oportunidad de aprender, de manera práctica, las tareas relacionadas con el cuidado de animales de granja en la finca de Can Malacosta. Una finca ubicada en Sant Carles en la que el alumnado de Can Marines tiene la oportunidad de hacer sus prácticas gracias a la firma de un convenio entre la Conselleria balear de Educación y el propietario de la finca, Mariano Ferrer.

Los asistentes a estas clases prácticas han sido los alumnos de primero de fundamentos zootécnicos, que han asistido durante los dos primeros trimestres del curso  un día por semana, durante dos horas. En el tercer trimestre, el turno ha sido para las prácticas del alumnado de segundo del módulo de producción ganadera ecológica. Ellos dedicaron cuatro horas durante un día a la semana. Otro grupo, formado por dos alumnas, Maria y Neus, hizo la mitad de su periodo de prácticas, 200 horas, yendo a diario, durante ocho horas. Se trata de alumnas del módulo de Producción Agroecológica. Por otra parte, en la finca de can Malacosta también han acogido a un alumno, Éric, que ha podido conseguir su certificación profesional del nivel 2 en ganadería, con el que podrá incorporarse al mundo laboral.

Las alumnas Bea y Elena.

Marc Ferrer es el responsable de la finca, que se encarga de mostrar al alumnado el día a día de una granja. Desde la alimentación a la limpieza de instalaciones, incluso asistir a algunos partos. «Estamos muy contentos, sobre todo con Neus y Maria, que han estado muy implicadas y motivadas durante todas sus prácticas», explicaba Ferrer, que contaba que las alumnas hicieron todo tipo de tareas, desde sembrar el huerto a recolectar naranja o patata, así como arrancar hierbas. «Una de las cosas que más les gustó, aunque un poco aparte de las prácticas, fue aprender a hacer llet apresa (un postre tradicional muy parecido a la cuajada que se elabora con ramas de higuera)», señaló.

Pese a todo reconocen que la ganadería no está pasando un buen momento. «Hemos pasado de tener 14.000 cabezas hace unos 12 años a tener apenas 4.000 a día de hoy»,    comentaba Ferrer, la profesora de Procesos de Producción Agraria. María José Lorente explicaba que existen «historias de éxito, como las de Pilar, o Toni de Can Maimó», que estándando sus frutos tras haberse decidido por este oficio.

Vocación

«Los jóvenes no se sienten atraídos por estas condiciones de trabajo y prefieren trabajar en hostelería», justificaba Ferrer, mientras Lorente reconocía que «la adolescencia es un hándicap» a la hora de captar interés hacia el campo y la ganadería en Ibiza. Sin embargo, Lorente describía el perfil del alumnado de Can Marines como «gente más madura que, salvo alguna excepción, tiene cierta experiencia laboral y que ha descubierto la importancia y la belleza de este sector». Lorente explicaba que la pandemia animó a muchos alumnos a formarse en este sentido. De estos alumnos nació la demanda de un lugar en el que hacer prácticas en ganadería y fue así como se llegó al convenio firmado con Can Malacosta. En este sentido, las prácticas en la finca dan a los alumnos la oportunidad de consolidar los conocimientos adquiridos en los módulos relacionados, así como contactar con el sector ganadero y vivir de primera mano lo que supone tener una explotación de este tipo y las tareas que se realizan cada día. Así, desde Can Marines agradecen la implicación de las empresas en las actividades de formación de los ciclos relacionados con el sector y se muestran especialmente agradecidos con el propietario de Can Malacosta.

Gracias a estas prácticas reales, los alumnos conocen cómo es una finca ganadera y el día a día en ella.

Erasmus

La profesora de Can Marines explicaba, además, las experiencias del alumnado de Can Marines en sus Erasmus. Por una parte, las de las formaciones de familia agraria como la de Alba y Claudia en Ámsterdam, donde hicieron sus prácticas durante siete semanas. También habla de las experiencias de Erasmus en Finlandia, Irlanda, Malta o Italia de los alumnos de la familia marítimo-pesquera. Las formaciones de la familia marítimo-pesqueras en Can Marines son las de Técnico en navegación y pesca litoral y técnico en transporte marítimo y pesca de altura. Lorente también pone el foco en las becas a las que puede optar el alumnado, que «puede llegar a alcanzar los 2.000 euros mensuales. ¡Hay alumnos que consiguen ahorrar y todo durante las prácticas!» .

Cabe destacar que el periodo de matriculación para formarse en Can Marines está abierto. En este centro se pueden estudiar interesantes ciclos formativos. En este sentido, en la familia agraria se encuentra el grado medio de producción agroecológica y el grado superior en paisajismo y medio rural. En la rama marítimo-pesquera se puede cursar el grado medio de navegación y litoral y el grado superior en transporte marítimo y pesca de altura.