Imagen de archivo de las instalaciones de la desaladora de Santa Eulària. | Archivo

El director gerente de la Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua), Guillem Rosselló, aclaró este lunes que el Ayuntamiento de Sant Josep ha sobrepasado el cupo máximo de agua asignado para el consumo, de ahí que el municipio vaya a ver reducido el caudal de agua desalada que recibe. Rosselló recordó cómo se pactó con los ayuntamientos de Ibiza redistribuir el suministro, por lo que Sant Josep «debe ajustarse a lo que está pactado entre todos», insistió el gerente.

El pasado domingo, el Consistorio josepí comunicaba que, con efecto inmediato, el municipio iba a ver reducido el caudal de agua desalada que recibe. Por ello, unos 2.500 abonados de la zona de Sa Caleta recibirán agua de pozo mientras dure esta situación.

Rosselló explicó este lunes que la producción diaria de Abaqua para la isla de Ibiza es de 44.000 m3 de agua y recordó que hace varios años se firmaron convenios con los ayuntamientos de la isla para asignar unos cupos máximos de agua y lograr que «el sistema en alta fuera sostenible en el tiempo».

Con una ocupación turística más elevada en comparación con los últimos años y una mayor demanda de agua desalada, «hemos explicado a Sant Josep que, para suministrarles agua a ellos, deberíamos quitársela a otro municipio», reiteró el gerente.

«Hemos llegado a esta punta de demanda que normalmente nosotros esperábamos más adelante. Sant Josep es el municipio que más agua desalada consume y es la que tiene más cupo asignado en la isla de Ibiz», aseguró Rosselló.

Pérdidas

El gerente explicó que en Ibiza se pierde en la red de distribución en baja una tercera parte del agua desalada que se produce y así, si los municipios redujeran estas pérdidas, podrían contar con más agua para afrontar las puntas de demanda que suelen registrarse en verano.

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Según recomendó, los ayuntamientos deben trabajar un poco más en el mantenimiento y mejora de sus redes, aunque «Sant Josep es el municipio que más agua pierde en relación al resto».

«Nosotros perdemos entre un 3% y un 5%, mientras que Sant Josep pierde más del 30%. Si redujera a la mitad las pérdidas, podría tener más disponibilidad de agua para sus ciudadanos. Me consta que trabaja en ello, pero no es tanto un problema relativo a las desaladoras y a aumentar capacidad, sino que el sistema debe ser lo más eficiente posible y este es uno de los puntos débiles en Ibiza», manifestó el gerente.

Desde Abaqua aseguraron apostar también por cambiar el concepto relativo al suministro de agua. Por ello, han propuesto a los ayuntamientos el consumo de agua desalada durante todo el año, haciendo que una desaladora en continuo uso sea más eficiente y permitiendo que los acuíferos descansen en invierno para lograr en los periodos de mayor demanda un agua de calidad que podrá ser suministrada en caso de necesidad.

Rosselló no pudo garantizar si el resto de municipios están o no en riesgo de padecer una situación similar a la de Sant Josep: «En Ibiza, el tema de la demanda es delicado. Si la hay en Sant Josep, también en los otros municipios. La presión es la misma, a excepción de en Sant Joan, que es más pequeño. Estamos en un punto en que la demanda es máxima».

Desde el organismo quisieron hacer un llamamiento para evitar malgastar este bien: «Entiendo que es verano y que todos tienen ganas de piscina, pero debemos ser responsables porque el agua es finita».

Ecologistas

Entidades como el GEN-Gob se refirieron este lunes a lo sucedido en Sant Josep. El presidente Joan Carles Palerm consideró «necesario que los ayuntamientos se replanteen la situación, sean conscientes de la falta de agua y empiecen a unificar este planteamiento, eliminando la posibilidad de crecer ni una sola plaza residencial o turística más» hasta que no esté solucionada esta problemática.

El apunte
Sonia Ribas

Sant Josep estudia cómo compensar a los vecinos

Sonia Ribas

Desde el Ayuntamiento de Sant Josep avanzaron el domingo que ya estudian cómo compensar a los afectados por la reducción del suministro de agua y recordaron que, hasta ahora, toda el agua que consumía Sant Josep procedía de las tres desaladoras de la isla. «Abaqua ha venido suministrando alrededor de 17.500 metros cúbicos diarios en el municipio, por encima de los 16.500 que tiene asignados por contrato, pero por debajo de los 21.000 que pide desde hace tiempo Sant Josep para poder garantizar la calidad del suministro a su población real durante el verano», puntualizó el alcalde Ángel Luis Guerrero.

El primer edil solicitó a Abaqua que estudie el consumo de la isla en su conjunto para tratar de encontrar el caudal necesario y salir de esta situación. También recordó que «si el objetivo es dejar de consumir agua de pozo en Ibiza para recuperar nuestros acuíferos, es imprescindible optimizar la gestión del recurso a nivel insular y dimensionar la producción de las desaladoras. «El problema que hoy le toca sufrir a Sant Josep es un recordatorio de que hacen falta más inversiones», apuntó Guerrero.
En otros ayuntamientos como Santa Eulària, los técnicos municipales habían previsto ya un descenso en el caudal del agua desalada coincidiendo con los meses fuerte de temporada. Según explicaron ayer desde este Consistorio, si no hay situaciones excepcionales, se podrá seguir suministrando agua desalada a las zonas del municipio que ya la están recibiendo.