El tradicional desfile y bendición de coches antiguos

El barrio de sa Capelleta de la ciudad de Ibiza puso ayer punto y final a un fin de semana festivo con la tradicional celebración en honor a Sant Cristòfol. Durante la jornada de ayer, los más pequeños pudieron despedir unas fiestas que no se celebraban desde 2019 con una gran fiesta del agua en el parque Reina Sofía cargada de actividades infantiles.

«El barrio tenía muchas ganas de volver a celebrar y se nota», señaló Verónica a Periódico de Ibiza y Formentera, que acompañaba a sus hijos Carlos y Samuel a la fiesta del agua. «No hay más que mirar alrededor, la gente ha salido a la calle», finalizó. Y es que había ganas de celebrar Sant Cristòfol entre vecinos, con familia y amigos.

Fueron decenas de personas las que salieron a la calle a disfrutar de estas ansiadas actividades, que se iniciaron el pasado lunes con la inauguración de una exposición de pinturas elaboradas por los alumnos del curso que se imparte desde la asociación de vecinos, y que se prolongaron durante todo el fin de semana, con actividades infantiles y conciertos.

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Tras la fiesta del agua para los más ‘peques’, a las 20.00 horas el colegio Nuestra Señora de la Consolación acogió la tradicional misa en honor a Sant Cristòfol, oficiada por primera vez por el párroco de Santa Cruz, Miguel Ángel Riera.

Al finalizar la misa, que duró poco más de media hora, se dio paso a una de las tradiciones más esperadas: el desfile y bendición de coches antiguos de la Asociacion del Club de Coches Antiguos de Ibiza. Como es sabido, Sant Cristòfol es patrón de los conductores y esta actividad es muy especial en el barrio. El recorrido estuvo animado de principio a fin por la Asociación musical Nuestro Padre de Jesús Cautivo, que tocó diferentes marchas. «Por lo menos llevamos celebrando las fiestas de Sa Capelleta 10 u 11 años», señaló el presidente de la asociación.

Finalmente, la colla de Sa Bodega puso el broche final ayer con una actuación de ball pagès en una de las fiestas de Sant Cristòfol más esperadas y celebradas por todo lo alto tras dos años de pandemia.