Contenedores rotos y basura en el entorno de la iglesia de Sant Elm. | Gisella Revelles

Contenedores rotos, basura tirada a deshoras, cucarachas, vasos, botellas y hasta una freidora forman parte este jueves del paisaje urbano en el que se encuentra la iglesia de Sant Elm, en el turístico barrio de La Marina. Este periódico ha podido comprobar que el contenedor destinado a la recogida de vidrio lleva más de dos semanas con la puerta rota y colocada a un lado.

Tal y como se puede comprobar en el vídeo, la profundidad del depósito es considerable y no hay ningún elemento que impida acceder a su interior, a pesar de lo peligroso que puede llegar a ser para niños o mascotas. La valla amarilla que se observa en las imágenes suele estar junto a estos contenedores aunque sin ninguna utilidad práctica, dado que en ningún momento ha sido colocada para impedir el acceso del depósito de vidrio.

Es también habitual que encontrar junto a estos contenedores bolsas de basura y otros elementos depositadas a lo largo del día. Lo mismo sucede con el contenedor destinado a cartones, que habitualmente está lleno ya desde por la mañana. Los orines en la pared de la iglesia provocan que el hedor sea también protagonista de uno de los puntos más transitados por los turistas en la ciudad de Ibiza.