La exposición consiste en una sucesión de fotografías de distintas plantas de Ibiza y Formentera en blanco y negro con las que el conocido artista ha querido recrear una partida ficticia de ajedrez.

El artista Sebastián García, conocido profesionalmente como El Alicatador, ha colocado durante esta mañana una de sus exposiciones en la entrada principal del Hospital Can Misses de Ibiza.

Tras hacerlo con gran éxito hace unos días con la instalación efímera ¿Cuántos libros hacen falta para parar una bala? en esta ocasión su propuesta lleva por nombre Partida de Ajedrez y consiste en una sucesión de fotografías de distintas plantas de Ibiza y Formentera en blanco y negro con las que el conocido artista ha querido recrear una partida ficticia de ajedrez.

La presentación tuvo lugar este viernes con el personal del hospital y el autor

Sin embargo, según ha asegurado el artista a Periódico de Ibiza y Formentera, una vez más «ha querido dar un paso más y proponer una lucha entre seres mitológicos y las tradicionales piezas del juego en una lucha que simboliza el amor, la muerte y la vuelta a empezar eternamente».

Así, cada una de las imágenes de la exposición han sido concebidas «como los infinitos movimientos del juego» y bautizadas con sugerentes nombres como Reina blanca enamorada, Minotauro y reina besándose, Caballo hace primer movimiento, Dragón japonés come torre, Alfil come torre, Reina de corazones, Peones después de la partida o Kraken devora blancas y negras.
Todo con la idea de «llamar la atención sobre este juego ancestral, esta lucha sin fin y esta búsqueda de la verdad, que llena del amor más profundo se repite en cada partida que se juega proponiendo que haya más opciones de juego que estrellas en el universo».

Cada una de las fotografías en blanco y negro tiene un original nombre

Esta exposición tuvo su particular estreno justo hace una semana, cuando el pasado viernes 8 de julio quedó expuesta durante apenas unas horas en la plaza Toni d’en Planes del pueblo de Sant Miquel. En un lugar envidiable junto a la estatua del que fuera poeta y maestro del pueblo Marià Villangómez y los arcos de la entrada a la iglesia del pueblo.