Los postes están colocados, pero aún no hay rastro de la sombra. | Daniel Espinosa

Los usuarios de la parada de taxis de la avenida de Santa Eulària seguirán estos días esperando los vehículos bajo un sol abrasador a pesar de que el Ayuntamiento de Ibiza indicó que el toldo de protección estaría instalado esta misma semana. Nada más lejos de la realidad. Lo único que se ha colocado hasta el momento han sido los postes sobre los que se instalarán los toldos vela bajo los que resguardarse.

Fuentes del Consistorio consultadas por Periódico de Ibiza y Formentera han explicado este viernes que los operarios de la empresa adjudicataria para este servicio, Toldos Pitiusas, han instalado los postes y ahora es necesario dejar «fraguar bien el cemento». Algo que cuesta entender considerando las temperaturas que se están registrando estos días en la ciudad, superiores a los 30 grados y que este fin de semana podrían llegar a alcanzar los 35.

Hasta que este cemento no esté completamente seco no será posible instalar las lonas. La previsión del Ayuntamiento en este sentido y según indicaron las mismas fuentes es que esto pueda llevarse a cabo en los próximos días y dar por concluida completamente la instalación «la semana que viene».

Usuarios y profesionales del sector del taxi de la ciudad llevan esperando esta instalación desde que el concejal del área, Aitor Morrás (Unidas Podemos), decidió cambiar la ubicación de la parada, pasando de Bartomeu Roselló al puerto. Inicialmente, el Consistorio se escudó en la necesidad de contar con un permiso de la Autoridad Portuaria para instalar una marquesina. Fue ya en este año cuando se decidió sustituir la marquesina por un toldo, que Morrás dijo que el Ayuntamiento ya había adquirido el pasado mes de abril, a punto de comenzar la Semana Santa y cuando la ciudad sufría fuertes lluvias. Con el paso de los meses y ante la falta de esta protección, Morrás anunció nuevamente la adquisición del toldo y achacó el retraso a que se estaba fabricando. Hace escasas semanas, el edil pidió disculpas por la demora, de la que responsabilizó a los técnicos municipales. Ahora es el cemento el que vuelve a retrasar la instalación mientras centenares de usuarios sufren las inclemencias de la dura ola de calor.