La historia del joven Roberto Veiga es una muestra más que evidente de lo que sucede en Ibiza con la falta de vivienda. Este policía portuario ha tenido que rechazar una plaza en la isla pitiusa ante la imposibilidad de encontrar en estos momentos un alojamiento.

El joven, de 30 años, recibió la propuesta de trabajar en Ibiza como interino durante dos ejercicios, justo el tiempo necesario para sumar 20 puntos a su historial y optar así a una plaza.

«Teniendo esos puntos, si apruebas el examen, ya prácticamente lo tienes conseguido y eres funcionario», explica a Periódico de Ibiza y Formentera.

Natural de Santander, Veiga reside en Menorca donde trabaja en una empresa náutica, al tiempo que realiza sus entrenamientos al ser un deportista de alto nivel en el mundo de la natación. El pasado jueves, y al haberse inscrito en un bolsín en Baleares, recibió una llamada en la que se le planteaban varias posibilidades laborales, como trabajar unos meses en Formentera o incorporarse como policía portuario en Ibiza hasta agosto de 2024, «el objetivo que llevo persiguiendo durante todo este tiempo», reconoció.

«Tenía que incorporarme rápido y ha sido imposible. Estoy encantado con Autoridad Portuaria puesto que me han tranquilizado al decirme que, al estar arriba en la bolsa, voy a seguir recibiendo contratos temporales para poder incorporarme como, muy tarde, el próximo mes de septiembre, cuando se supone habrá más disponibilidad de alojamientos. Ahora ha sido imposible», lamenta.

Según relata, todos sus conocidos en la isla le aseguraron que, en plena temporada alta, «no había ni un solo hueco para quedarse». Además, le aconsejaron que no viniera a Ibiza sin un lugar donde vivir, algo que Roberto estaba dispuesto a hacer.

«Es una pena y no solo me pasa a mí. Soy consciente de que les pasa a profesores o a médicos, que por la masificación que hay en las islas en verano no pueden cumplir ahora sus objetivos», insiste.

El policía portuario lamentó que trabajadores públicos con contratos largos deban rechazar trabajos en Ibiza por la falta de vivienda. Veiga ya sabía de estos problemas a través de los medios de comunicación.

«Pensar que este lunes podría estar trabajando como policía portuario y tener que aplazarlo es muy triste. Conocía sobre todo el caso de médicos y profesores a través de los medios de comunicación. Ibiza debe estar este año aún más difícil de lo habitual», insistió.

Este joven reconoció incluso haberse planteado el traslado a Ibiza y pagar al principio un alquiler elevado y «si los dos primeros meses me salía a perder, no me preocupaba porque hubiera sido como una carrera de larga distancia para conseguir mi objetivo». Tampoco ello ha sido posible al no haber viviendas disponibles.

Roberto Veiga aseguró también estar dispuesto a continuar con su carrera deportiva fichando por el Club Natación Ibiza o una entidad similar, compaginando así su práctica deportiva en la isla con su trabajo como policía portuario. Por el momento, su sueño deberá esperar unos meses hasta poder encontrar un alojamiento en Ibiza.

Colectivos como el de la Guardia Civil denunciaron hace unas semanas que agentes en prácticas destinados a Ibiza o Formentera iban a tener que dormir en sus vehículos debido a la «disparatada oferta» de alquileres, lo que les impedía encontrar alojamiento en las Pitiusas.

La Asociación Española de Guardias Civiles explicó que, con un «paupérrimo» primer sueldo que apenas alcanza los 1.000 euros, los nuevos agentes en prácticas se estaban encontrando con «auténticas dificultades» para hallar una vivienda en la que residir.

Según lamentaron, si se sigue mirando para otro lado, este verano guardias civiles en prácticas tendrán que dormir en sus coches. También destacaron que esta problemática afectaba a otros colectivos de trabajadores públicos.