El artista, este pasado sábado en su estudio de Ibiza.

Algo pálido y con bastantes kilos menos, pero con su proverbial energía casi intacta, Antonio Villanueva reconoce con un punto turbio en la mirada que «creía que no salía de esta». Hace apenas dos días, Antonio salió del hospital Can Misses, donde ha permanecido ingresado diez días, una semana en la UCI y otros cuatro en planta, por una infección de coronavirus que lo llevó a necesitar oxígeno para poder respirar.

Lo visitamos este sábado en su estudio y nos contó en primicia cómo, agradecido y conmovido por el trato recibido por el personal médico que lo atendió, quiere regalar al hospital 125 grabados suyos, uno para cada habitación del centro.

Antonio Villanueva explicaba las razones de este generoso gesto: «Tras ver el trato exquisito que han tenido conmigo, que aparte de salvarme la vida, la profesionalidad, la generosidad, el cariño con el que me han tratado, me han hecho ver también la superioridad tan grande de la sanidad pública respecto a la privada».

El reconocido pintor toledano afincado en Ibiza afirma que la próxima semana llevará los grabados a enmarcar y luego los entregará en Can Misses, con la esperanza de hacer algo más llevadera la estancia de los que estén ingresados y aportar un poco de color y alegría a esas «habitaciones asépticas».

Al preguntarle sobre la temática de los grabados, aunque todavía no ha decidido definitivamente cuáles piensa regalar, sí que afirma contundente que serán «algo alegre». Y añade: «Solamente si hago feliz a alguien, con eso ya estaré recompensado.»