El restaurante A mi manera de Sant Llorenç fusiona gastronomía y arte | Marcelo Sastre

El restaurante A mi manera, situado en el pueblo de Sant Llorenç, acoge hasta el próximo 13 de septiembre bajo el nombre Club de arte una selección de obras de arte que han convertido el jardín y el interior del establecimiento en una espectacular galería de arte.

Algo que ha sido posible gracias al empeño de la dueña del restaurante, la artista italiana Emmanuella, Manu, Crotti, con amplia experiencia en el mundo del arte gracias a la gestión de la galería Rossana Orlandi de la ciudad de Milán durante más de 15 años y a su destacada trayectoria a nivel internacional gracias a sus trabajos con todo tipo de muebles.

Emmanuella, Manu, Crotti, es la dueña y directora artística del restaurante. Foto: Marcelo Sastre
Noticias relacionadas

Según ha explicado ella misma a Periódico de Ibiza y Formentera «la intención es fusionar en el mismo espacio arte y gastronomía para que los asistentes que acudan al restaurante tengan la sensación de estar cenando en un lugar único que aporte una serie de valores añadidos».

Artistas de primer nivel

En este sentido, Crotti se ha encargado de la dirección artística seleccionando personalmente cada una de las obras con la intención de «abarcar el mayor número de disciplinas posibles a través de artistas de reconocido prestigio tanto de la isla como de fuera de ella». Así, por ejemplo hay pinturas, esculturas o fotografías de Stefania Lippi, Donata Verna, Attilio Solzi, Moritz Waldemayer, Mandalaki, Dulio Forte, Benedetta Mori Ubaldini o el fotógrafo ibicenco Jordi Gómez.

Crotti se ha encargado de la dirección artística seleccionando personalmente cada una de las obras con la intención de "abarcar el mayor número de disciplinas posibles". Foto: Marcelo Sastre

Además, una parte de la exposición está dedicada al trabajo de la propia Manu Crotti, pintora y artista plástica reconocida a nivel internacional por sus «mesas de la memoria» que realiza por encargo o por los muebles a los que convierte en verdaderas joyas empleando sobre ellos multitud de objetos que van desde recuerdos de sus viajes, a miniaturas, blondas y telas del siglo XVIII, conchas marinas recogidas en la orilla, cachivaches, juguetitos y hasta encendedores y petacas del abuelo o trozos de bisutería.

La exposición también cuenta con obras de la propia Manu Crotti. Fotos: Marcelo Sastre