Productos veraniegos como el albaricoque han visto mermada su presencia este verano en los puestos del mercado. | Toni Planells

Durante las fechas que estamos atravesando, el campo ibicenco atraviesa la transición entre la cosecha de verano y la de otoño. De esta manera, mientras los tomates o las sandías empiezan a ir a la baja en el campo ibicenco, otros productos como el higo o la uva esperan su turno para madurar definitivamente. Este hecho hace que este tipo de producto en las estanterías de los puestos del Mercat Nou sean, todavía, de procedencia peninsular.

«El calor ya tiene el campo prácticamente arrasado», comentaba Juanjo, desde Frutas y Verduras Catalina del Mercat Nou de Vila. «No ha sido un buen año en campo ibicenco, han fallado los albaricoques, las ciruelas, los melocotones… Ha fallado todo este año», comentaba el frutero, que achaca a las altas temperaturas este mal año del campo ibicenco.

Productos otoñales de la Península. Foto: Toni P.

Remolacha

En este impass, mientras el calor se resiste a dejar de seguir apretando, una de las recomendaciones desde los puestos del Mercat Nou es la remolacha.

La remolacha es un tubérculo que se cosecha durante todo el año, tal como comentaba este viernes José Juan, en el puesto de producto ecológico L’Ou, en el Mercat Nou de Vila, aunque su colega, Juanjo, apunta a que «su tiempo bueno de cosecha es más adelante, en otoño». José recomienda el consumo de la remolacha «en zumo o en ensalada. Que con el calor que hace también sienta muy bien. También se puede hacer un carpaccio, en Es Ventall de Sant Antoni lo hacen muy bien». Además, de la remolacha no solo se consume el tubérculo, tal como apuntan desde L’Ou, «también se come el tallo y la hoja cuando está fresquita, en ensalada o hervida. De hecho, también se vende por separado».

Remolacha cultivada de manera ecológica en el Mercat Nou de Vila. Foto: Toni P.

Como ocurre en cualquier producto, la remolacha también tiene distintas variedades, «tenemos la normal, la blanca y la amarilla. Pero es una cuestión meramente estética, en cuanto al sabor apenas hay diferencia». El precio, en la versión ecológica del producto (especialidad de L’Ou), asciende a 3,75 euros el kilo. Sin embargo, en su versión no ecológica, se puede encontrar a menos de 3 euros el kilo.