El islote de s’Illa d’es Bosc, una de las panorámicas que ofrece Platges de Comte desde prácticamente cualquier punto de la playa. | Arguiñe Escandón

«Venir a Ibiza y no visitar Platges de Comte es prácticamente como ir a París y no subir a la Torre Eiffel». Así define Candela, una malagueña que se enamoró de Ibiza hace algunos años, una de las playas más icónicas con las que cuenta la mayor de las Pitiusas y que no necesita presentación alguna.

Su nombre lleva a alguna confusión. Pese a que realmente se llama Platges de Comte, porque hace referencia a las dos playas contiguas que la conforman, popularmente se conoce en singular y en castellano: Cala Conta.

Las dos playas principales están separadas por el restaurante Sunset Ashram, uno de los más conocidos de la isla. Abrió en 1988 como bar Cala Comta, pero en 2003 cambió su filosofía radicalmente.

Este emblemático sitio de Ibiza consta con arena blanca y gruesa repleta de conchas y bañada por un agua turquesa y cristalina. Por este motivo su nombre es un clásico entre los ránkings de mejores playas del mundo.

Una playa que enamora

«Creo que siempre será mi playa preferida. Es la primera que visité en Ibiza y de la que me enamoré», explicó Sara a Periódico de Ibiza y Formentera.

Y no es para menos. Lo primero que ofrece Platges de Comte nada más llegar es un mirador que    cuenta con una vista panorámica de toda la playa y del islote s’Illa d’es Bosc, uno de los más característicos y especiales de la isla. También tiene vistas a pequeños islotes como los de sa Conillera, ses Bledes y S’Espartar.

Entre los servicios que se encuentran en la playa hay hamacas y sombrillas, alquiler de velomares y varios restaurantes en los promontorios rocosos que separan unas calitas de otras.

En temporada alta la playa es muy popular, así que es recomendable ir pronto por la mañana o    muy tarde. Hay partes rocosas en el fondo marino que hacen que Platges de Comte sea un lugar interesante para practicar snorkel.

Además de ser un sitio espectacular para hacer snorkel o buceo de superficie también lo es para disfrutar de buena gastronomía ya que cuenta con varios restaurantes.

Además de todos los argumentos mencionados, Platges de Comte puede presumir de tener la mejor puesta de sol de la Ibiza. El atardecer es visible desde la Platja de Ponent o desde el mirador situado en la zona alta de la playa. Otra opción es el restaurante Sunset Ashram, aunque no resulta sencillo encontrar mesa.

«La energía que se desprende en el atardecer es mágica. La puesta de sol es la mejor de toda la isla», explicó Ramsey al ser preguntado por esta especial playa.

A la derecha de Platges de Comte se encuentra la cala nudista Racó d’en Xic, o conocida popularmente como Cala Escondida, donde caben unas cuantas personas y cuenta con un chiringuito. También se encuentran relativamente cerca Cala Bassa y Cala Tarida, a tan solo unos    cinco minutos en coche.

Asimismo, muy cerca de esta playa se encuentra la Torre d’en Rovira, una edificación que se construyó en 1763 para avistar la llegada de piratas enemigos y que actualmente se conserva en muy buen estado. Igual que en otras calas y playas de la zona, el aparcamiento es escaso, por lo que se recomienda ir en bus.