El proyecto prevé la sustitución del suelo histórico y una doble línea vegetal.

Como era de esperar, la propuesta de reforma formulada por la nueva concesionaria para las grandes esloras en el puerto de Ibiza ha provocado este viernes todo tipo de reacciones, rechazándose principalmente la sustitución del histórico empedrado que cubre el muelle de Levante, entre el muro y es Martell.

El proyecto presentado incluye también la creación de una doble línea vegetal de más de un metro de altura con jardineras y bancos situados entre los edificios del barrio de la Marina.

Para la plataforma ciudadana Prou, solo puede valorarse «muy negativamente» este «nuevo intento de privatizar y de cargarse el patrimonio del puerto».

Coincidiendo con otros colectivos y particulares, desde Prou han lamentado este viernes que la anterior reforma ya se ejecutó sin analizarse a fondo lo que se podía y lo que no se podía hacer. «Esta gente está hablando de quitar el pavimento antiguo, con más de 100 años de historia, y colocar jardineras o una malla vegetal como si quisieran evitar el acceso».

«Esperamos que esto no se lleve a cabo», insistieron.

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Prou recordó además que el Plan de Usos y Gestión del Puerto de Ibiza todavía no ha sido aprobado, por lo que «no tiene ningún sentido» impulsar reformas sin tener claro qué se puede hacer en este espacio.

Por tanto, ni por motivos de seguridad aceptarían la sustitución del empedrado «porque la gente ha paseado por allí toda la vida».«Es tan solo una comodidad que quieren dar a los cuatro ‘millonetis’ de los barcos que atracan ahí», concluyeron.

Precisamente, que la sustitución del empedrado se plantee por motivos de seguridad es una de las hipótesis que han barajado este viernes en la asociación de vecinos y comerciantes de la Marina. Aun así, desde la junta dejaron bien claro que «nosotros no queremos ningún tipo de barrera».

Con ganas de consultar los detalles de la propuesta planteada por la gestora, el presidente Joaquín Manuel Senén sí reconoció que, en proyectos anteriores, había sido una buena iniciativa nivelar todo el empedrado, principalmente para evitar las caídas que antes solían producirse. De hecho, lamentó que ahora mismo existen otras zonas empedradas en el puerto de Ibiza que necesitarían de una urgente intervención.

Senén explicó que los comerciantes están «muy contentos» al haberse recuperado la llegada de las grandes esloras, aunque «no queremos un muro que no podamos ver los yates», reiteró en relación a la propuesta de la gestora.