Los vecinos llegan a contar 400 barcos fondeados en julio y agosto. | Daniel Espinosa

El Ayuntamiento de Eivissa no renunciará al proyecto de regulación de los fondeos en la bahía de Talamanca, a pesar de la negativa de la Demarcación de Costas a llevarlo a cabo. Así lo han indicado este lunes fuentes municipales consultadas por Periódico de Ibiza y Formentera. Las mismas fuentes señalaron que el Consistorio sigue «trabajando para conseguir que se apruebe el proyecto presentado», por lo que no contempla «otro escenario que no sea el de la aprobación por parte de Costas».

El Gobierno municipal ha respondido este lunes de este modo a la negativa de la Demarcación de Costas de regular estos anclajes ilegales apelando a que se trata de un «asunto complejo» en el que «participan muchas administraciones». Así lo indicó la demarcación en un mensaje remitido recientemente a la Asociación de Vecinos de Talamanca, en el que también desgranaba todas las instituciones con responsabilidad en cualquier acción sobre esta situación: el Ministerio de Transición Ecológica, la propia Demarcación de Costas, Capitanía Marítima, la Autoridad Portuaria, Ports de les Illes Balears, las conselleries autonómicas de Movilidad y Medio Ambiente y el propio Consistorio.

En este mensaje, firmado por la responsable de la demarcación, Almudena Domínguez, y al que tuvo acceso este rotativo, Costas señaló también que esta administración «solo puede sancionar con ocupaciones de más de 24 horas». Ocupaciones que, añadió, «rara vez se producen». Por este motivo, Domínguez calificó de «muy difícil» demostrar estos fondeos y multar a sus responsables. Sobre todo teniendo en cuenta que las sanciones serían muy reducidas porque, según la Ley 2271988, se establecen «por metro cuadrado de ocupación». «En el caso de un fondeo», se disculpó Almudena Domínguez, este espacio de ocupación «es ínfimo».

El proyecto de Vila

El proyecto presentado por Vila en 2018 contempla, entre otras cuestiones, la creación de unos 90 puestos de anclaje en ubicaciones que no perjudiquen a las praderas de posidonia. Se trataría de una gestión indirecta que la Demarcación de Costas debería ceder al Consistorio para que este, posteriormente, la adjudicara a un tercero. Sin embargo, ni el Ministerio de Transición Ecológica ni la Demarcación de Costas no parecen estar muy interesados en sacarlo adelante. En 2019 el proyecto salió a exposición pública y, desde Costas, se solicitó un informe al Govern balear. Este fue inicialmente desfavorable porque, entre otros puntos, señalaba que la isla cuenta con dársenas deportivas suficientes como para dar cabida a las cerca de 400 embarcaciones que fondean en temporada alta en la bahía de Talamanca. Ya en la actual legislatura, Costas volvió a solicitar otro informe al Govern. En esta ocasión, el resultado fue favorable, aunque con ciertas condiciones.

Las fuentes municipales consultadas etse lunes por este periódico indicaron, por otro lado, que es necesario que «las diferentes administraciones implicadas pongan todo de su parte para solventar esta situación». El proyecto de Vila, añadieron, «sirve precisamente para solucionarlo, regularlo y ordenarlo con una gran mejora ambiental en la zona».

El apunte
Gisela Revelles

Lledó: «El camarote de los hermanos Marx»

Gisela Revelles

La respuesta de la Demarcación de Costas, finalmente, ha provocado duras críticas por parte de la presidenta de la Asociación de Vecinos de Talamanca, Ana Lledó, quien recordó que «cada año hay más» embarcaciones fondeadas ilegalmente en esta emblemática bahía de la ciudad. «Tiran ahí toda la porquería», denunció Lledó, «y por eso Talamanca está muy sucia».

Esta asociación «lleva años» exigiendo a las administraciones que tomen medidas para solucionar el problema de los fondeos ilegales. Por ello, su presidenta lamentó la respuesta de Costas y se refirió al entramado de administraciones implicadas en la gestión de esta zona como «el camarote de los hermanos Marx». «Mientras ellos se pasan unos a otros la pelota», dijo en referencia a las administraciones, «aquí estamos como estamos. Muchos barcos abren las sentinas y lo tiran todo al mar. Algunos, incluso, hacen trabajos de varadero en la bahía. No hay ningún control de nada». Lledó insistió en su crítica a la falta de respuesta por parte de las instituciones y recordó que ha sido necesario que la asociación vecinal amenazara a la Demarcación de Costas con recurrir a la Fiscalía para obtener «un solo mensaje».