El comodoro de la entidad, Damián Verdera, durante un momento de su intervención este viernes en las instalaciones del Náutico, que se llenaron de gente. | Irene Arango

Con el objetivo de reclamar las fórmulas legales que permitan garantizar una «larga» vida al Club Náutico de Ibiza, numerosos socios, directivos y ciudadanos en general han participado este viernes en el acto reivindicativo organizado en la sede de la entidad.

Con la lectura de un manifiesto titulado Salvem es club, personalidades como el arquitecto Elías Torres o el historiador Felip Cirer aportaron este viernes su granito de arena en la lucha por la concesión para gestionar las instalaciones náuticas en el puerto de Ibiza.

Cirer, autor del escrito reivindicativo, recordó que es socio del Náutico desde hace más de 50 años «y lo quiero como si fuera parte de la familia. Se ha caracterizado siempre por su transversalidad y allí, desde la persona más humilde a la más influyente de Ibiza se han encontrado y han convivido en paz y armonía».

También resaltó la «importancia histórica del Club Náutico de Ibiza» y lamentó que, en la actualidad, entes como Autoridad Portuaria de Baleares «únicamente se preocupan del tema crematístico, económico y mercantil, aunque el Club es una entidad que tiene otros objetivos».

El programa Un mar de posibilidades o el fomento de un deporte como la vela, son algunos logros del Náutico en estos años de historia, por lo que Cirer recomendó a la Administración «no ver solamente esta parte mercantilista, sino también el aspecto social y lúdico que supone el Club».

«Ha ayudado a vertebrar muy buena parte de la sociedad de Ibiza, de Vila en este caso, y por ello debe ser protegido», insistió Cirer.

En su intervención, el historiador señaló que «tendremos que sacar la vena corsaria que los ibicencos llevamos dentro» para defender la continuidad del Náutico.

Numerosos representantes políticos de Ibiza han acudido al acto de este viernes. El presidente del Consell d´Eivissa, Vicente Marí, reconoció que, con su presencia, quería dar su «apoyo moral y político» a una entidad «centenaria» y «referente social y deportivo en la isla de Ibiza». También manifestó que mucha gente conoce el mundo del mar gracias al Club Náutico y defendió la importancia de que Ibiza cuente con una marina social y asequible y que no todo sean puertos deportivos «en los que el precio es lo que manda a la hora de asignar los amarres». De la máxima institución insular también acudieron los consellers Salvador Losa, Carolina Escandell y María Fajarnés. Por parte del Ayuntamiento de Eivissa, se pudo ver a los concejales Carmen Boned, Jordi Salewski y Aitor Morrás. También asistieron expolíticos, como Lurdes Costa y Xico Tarrés.

El comodoro Damián Verdera, por su parte, reclamó que «no se cierre la puerta al mar de la sociedad ibicenca, que está a punto de cerrarse» y se dirigió también a los dos miembros de la directiva investigados en el Caso Puertos. «Han tenido que comerse un plato de mal gusto, pero podéis ir con la cabeza bien alta», afirmó.

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Manifiesto

El responsable de la lectura del manifiesto, el arquitecto Elías Torres, recordó que en dos años el Club Náutico de Ibiza celebrará el centenario de su fundación, aunque ahora «se encuentra en peligro de desaparición a causa de un mercantilismo mal entendido que únicamente mira la parte monetaria y que olvida totalmente la labor deportiva cultural y social que desarrolla».

Durante la lectura, recordó que el puerto «siempre ha sido el centro de la ciudad», aunque poco a poco se ha ido privatizando «y hoy únicamente queda para los ibicencos el Club Náutico de Ibiza que se encuentra en serio peligro de desaparición». De hecho, desde la entidad lamentaron también que «los isleños han perdido el uso de la fachada marítima» por cuestiones como la concesión de autorizaciones para la construcción de puertos deportivos.

«El Club Náutico de Ibiza es la última trinchera que nos queda a quienes amamos los valores tradicionales ibicencos y esta entidad se ve gravemente amenazada en un afán de conseguir nuevos cánones para la Autoridad Portuaria de Baleares», expresó Torres.

El reputado arquitecto destacó que, durante casi cien años de existencia, el Náutico de Ibiza siempre se ha distinguido por la transversalidad de la sociedad ibicenca, con cabida para todo el mundo, independientemente de sus creencias o ideas.

«El Náutico de Ibiza siempre ha sido una sociedad abierta a todos y a todos ha acogido», insistió.
Tras repasar la historia del Náutico, así como los logros deportivos alcanzados en estos años, en el manifiesto se resaltó además el carácter social de la entidad con una actividad enfocada a «abrir el mar a personas que ignoraban su función lúdica y terapéutica».

«Difícilmente se puede entender que la sociedad ibicenca se pueda permitir el lujo de prescindir de una sociedad con más de 1.100 socios y socias, más de 175 licencias federativas, 500 alumnos anuales de la escuela de vela o 300 amarres de pequeñas esloras», insistió Torres.

También lamentó que la Autoridad Portuaria «no ha encontrado la forma de poder compatibilizar el rendimiento económico con una labor social, cultural y deportiva, que solo quiere acercar el mar a las clases sociales y enterrar el estereotipo de que el mar es solo para potentados».

Torres, para finalizar su intervención, reclamó en el puerto de Ibiza un espacio para la náutica social y que en concursos como los convocados por APB queden excluidas aquellas empresas que solo buscan la rentabilidad económica. «No podemos permitir la muerte de la entidad», concluyó.

Pugna

Con el acto de este viernes ha concluido una semana repleta de acusaciones entre el CNI y la otra empresa que compite con la entidad ibicenca en el concurso de Autoridad Portuaria.

Dicha empresa, Puertos y Litorales Sostenibles, llegó a acusar al Club Náutico de Ibiza de «presionar» a los responsables de la resolución del concurso para la gestión de las instalaciones en el puerto de Ibiza, una postura rechazada totalmente desde el Náutico.