El centro de baja exigencia de sa Joveria. | Arguiñe Escandón

Todavía sin fecha para la puesta en marcha del Centro provisional de baja exigencia de Sa Joveria, el Consell d’Eivissa ha adjudicado a la Fundación Samu el servicio público insular de atención a personas sin techo que se prestará en esta infraestructura. El coste durante los próximos dos años será de 2,36 millones de euros.

La adjudicación se publicó el pasado 20 de septiembre y ahora se inicia el plazo de información y alegaciones, en el que la empresa normalmente tramita todos los permisos y detalles del contrato, antes de la firma.

La fundación adjudicataria, sin embargo, no podrá iniciar la actividad hasta la finalización de los trabajos que faltan para poder inaugurar el centro. Tras la rescisión del contrato con la empresa adjudicataria de los trabajos de construcción, debido a los continuos retrasos en la finalización del proyecto, el Consell ultima ahora «los últimos flecos del centro», indicó la consellera de Servicios Sociales, Carolina Escandell, que no dio fecha ni plazo para la puesta en marcha de este servicio. La previsión inicial era que el centro estuviera terminado en marzo de 2021.

«Los escollos grandes ya están salvados pero hay que hacer el trabajo fino. Está trabajando todo el Consell para que sea lo más rápido posible, pero no me atrevo a dar una fecha», indicó la consellera, que recordó que hasta que no se rescindió el contrato con la empresa adjudicataria, el Consell no pudo tomar el control de la situación.

«Lo que queda no es mucho, pero se tiene que finalizar todo antes de poner el servicio en marcha», dado que hasta que no está totalmente concluida la obra no se pueden concluir los trámites administrativos y el pago de tasas para poner en marcha el servicio, explicó.

Respecto a los usuarios que utilizarán este servicio, Escandell indicó que al tratarse de un servicio insular mancomunado, serán los ayuntamientos los que deriven a través de sus servicio sociales a las personas que necesiten una plaza en el centro.

La futura admisión de usuarios ya se está tratando con las administraciones municipales y Escandell apuntó que por el momento no se cubren las 56 plazas con las que contará el centro, si bien previó que se acabarán cubriendo todas.

Conforme al proyecto, el centro de baja exigencia provisional se dimensionó teniendo en cuenta la cifra de personas sin hogar que se alojaron en el pabellón deportivo de Blancadona durante el confinamiento de 2020.

Servicio

El centro de baja exigencia tiene por objetivo cubrir la necesidad de alojamiento de personas que carecen del mismo y tienen dificultades económicas, ya sea de forma puntual o permanente en la calle y no cuentan con espaldarazo familiar ni red social. En este sentido se tienen especialmente en cuenta los perfiles de toxicomanía activa.

A los usuarios se les ofrece alojamiento, manutención, servicio de lavandería y atención social. El precio por persona y día ofertado por la entidad adjudicataria es de 57,97 euros (sin IVA)

La fundación ofreció como mejora del servicio la realización de tres acciones formativas al año además de una serie de compromisos con los trabajadores de la contrata como el incremento de un 10% del salario base, el compromiso de adscribir a toda la plantilla con contratos indefinidos y subcontratar        los servicios fijados en los pliegos con empresas especializadas en inserción laboral.