Un excremento de perro en una calle de Vila. | Marcelo Sastre

El Gobierno de Vila ha rechazado este jueves una propuesta presentada por el PP con el fin de implantar en la ciudad el control de las mascotas a través del ADN para así poder actuar contra aquellos propietarios que no recojan los excrementos de las mismas. La moción ha sido defendida por el concejal Emilio Montes de Oca, quien ha recordado el «problema grave» que existe en la capital ibicenca con los excrementos de las mascotas en las calles. «Vila tiene un serio problema de limpieza», ha subrayado Montes de Oca y ha defendido que el Consistorio debe facilitar sistemas que permitan acabar con esta situación.

Según ha explicado el edil del PP, los datos de ADN complementarían la información que ya proporcionan los propietarios de mascotas a través de la implantación del microchip. Así, el censo de animales domésticos, que cuenta ahora mismo con 53.000 registros (45.000 de ellos de perros), se vería ampliado con los datos de ADN, que, al ser detectado en los excrementos presentes en las calles, podrían facilitar la sanción contra los responsables. Este sistema ya se está implantando en el municipio de Santa Eulària y, a nivel nacional, se está ejecutando en más de 50 municipios españoles, «la mitad de ellos en manos del PSOE».

De poco han servido las explicaciones de Montes de Oca. La concejal de área, Montse García, las ha rechazado apelando a que el sistema es «muy complicado». García, que en un momento del debate ha dicho estar «cansadita de que los hombres» quieran iluminarla, ha explicado, entre otros argumentos, que no se puede garantizar la custodia de las muestras de ADN y que existen dudas jurídicas sobre la posibilidad de sancionar a los propietarios por esta vía puesto que no sería posible saber quién estaba con la mascota en la calle en el momento en el que esta defecara.

Ha resultado difícil para muchos en el Salón de Plenos de Vila mantener la compostura en un debate en el que la concejala de Bienestar Animal ha expuesto argumentos como que «la sanción se pone a los dueños y no a los perros» y ha planteado cuestiones como qué puede suceder «si el que está paseando a la mascota es un amigo del propietario». Montse García ha añadido que «la mayoría de los veterinarios piensa que este sistema no es efectivo» y ha emplazado al PP a esperar a ver qué resultados tiene esta experiencia en Santa Eulària para tomar una decisión al respecto.

Por parte de Ciudadanos, el concejal Roberto Algaba ha mostrado su apoyo a la propuesta del PP. Algaba ha señalado que este tipo de iniciativas tienen un carácter disuasorio para los incívicos y ha cuestionado a los veterinarios por su supuesto rechazo: «¿Han estudiado economía de la limpieza en su carrera? Un veterinario no es Dios. Desde lo de la comisión de expertos nos hemos venido arriba y cualquiera nos dice lo que tenemos que hacer». Algaba, finalmente, ha recordado que un proyecto como el propuesto por el PP será siempre «más barato que las modificaciones de la contrata de limpieza».