Imagen de uno de los eventos celebrados con éxito este verano en Pacha Ibiza.

A falta de escasos días para los closings de las principales discotecas, el gerente de la patronal Ocio de Ibiza (AOI), José Luis Benítez, reconoció ayer que pueden hacer ya una valoración «muy buena» de una temporada que, tras dos años de pandemia, ha sido «normal».

«Es lo que buscábamos: volver a esa normalidad tan añorada en las dos últimas temporadas. La gente tenía muchas ganas de divertirse y pasarlo bien y nos lo han demostrado. Ha venido muchísima gente y las salas han funcionado muy bien», manifestó.

De cara a las fiestas de cierre que tendrán lugar a partir de este fin de semana, el gerente de Ocio de Ibiza no descartó que entre 25.000 y 27.000 personas viajen a la isla, generando un importante volumen de facturación: «Suelen ser un poco menos de lo que vienen a los openings, un 10% o 15% menos, pero nos vamos a acercar a los números que tuvimos al principio y, lo más importante, cuando estamos en la línea de bajada de lo que es la temporada, estas dos semanas de cierre suponen otro pequeño subidón, no solo para las empresas, sino para los taxistas, hoteles o restaurantes».

El calendario

En este sentido, Ushuaïa Ibiza Beach Hotel celebrará su fiesta de cierre este próximo sábado, igual que Hï Ibiza. El club cabaret Lío celebra su Grand Summer Season Closing este sábado 8 y domingo 9 de octubre, mientras que la discoteca Pacha Ibiza cerrará el domingo 16 de octubre con el gran evento Solomun+1. La discoteca Amnesia, por su parte, cerrará la temporada 2022 el sábado 15 de octubre.
Cabe recordar que este mismo año el impacto económico para la isla de Ibiza de las grandes fiestas de apertura pudo acercarse a los 30 millones de euros, según cálculos realizados en abril por la asociación Ocio de Ibiza.

Analizando los resultados del verano, el sector no dudó en asegurar ayer que Ibiza «sigue siendo un referente mundial en cuanto al ocio». Lo que no pudo precisar es si en 2023 también se adelantarán las aperturas al mes de abril, tal como se hizo esta pasada primavera.

«Este año pegaba muy bien por el tema de la Semana Santa y había muchas ganas por parte de trabajadores y clientes. Era el momento. Intentar hacerlo otra vez está sobre la mesa y muchos empresarios lo están pensando, aunque es pronto para decidir», reconoció Benítez.

Incidencias

Sobre el desarrollo de la temporada en las discotecas de la isla, desde Ocio de Ibiza destacaron la preocupación que surgió a comienzos de agosto por el miedo a los pinchazos. «La gente llegó a concienciarse de que lo que estaba pasando era peligroso, aunque era muy difícil inocular sustancias con un pinchazo. Nosotros somos número uno en el sector por algo; se hacen las cosas bien, y no abrimos la persiana como si nada», afirmó Benítez, quien destacó, una vez más, la seguridad en los locales de la patronal.

La Guardia Civil llegó a investigar en las islas seis posibles casos de pinchazos a mujeres en discotecas o locales de ocio nocturno, cuatro de ellos en Ibiza. Desde AOI aclararon en agosto que en establecimientos asociados no se había registrado ninguna de estas incidencias.

También la falta de personal provocó más de un problema a las empresas del sector, sobre todo a comienzos de verano, y la amenaza de un hipotético desabastecimiento de hielo causó cierta inquietud entre los empresarios.

El inicio

A comienzos de verano, la isla de Ibiza no vivía una fiebre similar por los openings desde hacía tiempo. El pasado año, y a pesar de los esfuerzos iniciales y pruebas piloto, tan solo fue posible celebrar en octubre algunos eventos en discotecas como Amnesia o DC-10. Este año, los clubbers llegados de todas partes del mundo tienen garantizada la fiesta, por lo menos, hasta la próxima semana cuando cierren locales como DC-10.

El pasado abril, Ocio de Ibiza destacó que, para las aperturas, estaba todo vendido, con taquillas que no tuvieron ni que abrir el día del evento al haberse agotado las entradas durante la preventa.

Solo para las fiestas de inicio de temporada las discotecas contrataron a unos 2.100 trabajadores de manera directa y a otros 700 de forma indirecta.