La campaña de recogida de la aceituna ha empezado en estos días. | Irene Arango

Los productores de aceite comienzan estos días la campaña de recolección de la aceituna con la que posteriormente elaborarán el ‘oro líquido’ de Ibiza. Aunque no dudan de la calidad del producto, temen que las extremas e inusuales condiciones meteorológicas registradas durante el verano provoquen una importante reducción de las cosechas, en algunos casos de hasta el 45 o 50%, según las primeras estimaciones.

Mariano Tur, presidente de la Agrupació de Defensa Vegetal i Sanitària de l’Olivar d’Eivissa, destaca en negativo otros factores que reducirán este año la producción, como la «extrema humedad» que afectó al proceso de cuajado del fruto, además de la persistente sequía. Según Tur, son diferentes situaciones que causarán que «la calidad sea muy buena, pero no tendremos la cantidad de aceite del pasado año».

A diferencia de otros años, este ejercicio la ‘xylella’ no ha sido el mayor problema sino los cambios climatológicos que se han registrado en diferentes meses.
Fotos: Irene Arango.

«Las altas temperaturas durante el verano, está claro que también han perjudicado a los olivos. Se ha tenido que regar mucho más de lo aconsejable y, por ello, en algunos árboles ha caído oliva. Este año no será el de tener una cantidad grande de aceituna», explica Tur.

En relación a otros problemas que pueden perjudicar a los productores, el presidente recuerda que siguen sufriendo los efectos de la    la xyllella, «que no se ha ido, ni se irá seguramente así como así, aunque ya sabemos que debemos convivir con ella».

«Este año no ha sido el problema más grande, sino que ha sido el calor tan fuerte que hemos tenido, la sequía. En definitiva, hemos tenido un año extraño para la producción de la aceituna porque en marzo o abril, cuando cuaja la flor para crear el fruto, hubo mucha humedad y mucho viento. Después, el verano ha sido muy cálido, impidiendo al árbol tener la fuerza necesaria para desarrollar ese fruto», insiste el presidente de la Agrupació.

Tur recuerda que el aceite de Ibiza «cada año se conoce más», aunque la limitada producción provoca que hasta el 95% se comercialice en la propia isla.

El responsable de Can Caus, Juan Luis Ferrà, calcula que, en su caso, la campaña será similar a la de años anteriores con cerca de 900 litros de aceite elaborados con las aceitunas que desde hace días recoge ya en su finca ibicenca.

«Pensábamos que sería más floja por el tiempo que hemos tenido, pero al final será una producción normal», asegura.

Este productor reitera que la calidad será «igual de buena», aunque lo que sí es una evidencia es que el precio de comercialización del aceite subirá, pero «todavía no sabemos cuánto, aunque hay que pensar que han subido los envases y todo».

El empresario explica que completarán la recogida de la aceituna en unos 15 o 20 días, con lo que el aceite recién elaborado podrá comercializarse en la isla a finales de año.

Ferrà reconoce que no todos los productores tendrán su misma suerte y sabe bien que algunos deberán reducir forzosamente la producción: «En la Cooperativa de Sant Antoni ya me dijeron que el pasado año vendieron muchos depósitos porque se había producido mucho aceite, mientras que este año todavía no habían vendido ninguno».

Indicación Geográfica Protegida

La Comisión Europea publicó en octubre de 2020 la inscripción definitiva de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Oli d’Eivissa/Aceite de Ibiza en el registro comunitario de las IGP, terminando así el proceso de inscripción de este alimento en el registro comunitario. Según Mariano Tur, en estos momentos hay 13 marcas adheridas, una cantidad «elevada» para un lugar como Ibiza.

«Esto significa que la gente está interesada en poder comercializar su marca y esto cada vez aumenta más», concluye.

Según el pliego de condiciones conocido hace dos años, el uso de la IGP Oli d’Eivissa/Aceite de Ibiza queda reservado exclusivamente para los aceites de oliva virgen extra elaborados con las variedades arbequina, picual y koroneiki, solas o en combinación, que en conjunto representen, al menos, el 90% del producto. El 10% restante puede provenir de otras variedades inscritas en el registro de variedades comerciales.

Además, el aceite de oliva de la IGP se tiene que comercializar en botellas de vidrio oscuro, metal revestido u otro envase que no permita la incidencia de la luz. La capacidad de los envases no puede ser superior a cinco litros.

El rendimiento máximo de los aceites destinados a la Indicación Geográfica Protegida Oli d’Eivissa/Aceite de Ibiza no puede superar los 17 litros de aceite por 100 kilos de oliva. Tampoco se permite la mezcla de aceites de diferentes añadas con el fin de mantener la frescura y las singularidades de la añada. El Oli d’Eivissa/Aceite de Ibiza de la IGP se comercializa envasado en origen.