Un nuevo vertido de aguas fecales volvió a afectar ayer al puerto de Ibiza tras las lluvias caídas sobre la ciudad en la madrugada del jueves. La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) activó el plan interior marítimo, consistente en el despliegue de barreras de contención para así limitar los vertidos que se produjeron en la fachada marítima, en la zona de siempre. Desde Abaqua, organismo público dependiente del Govern que gestiona el tanque de tormentas del puerto de Ibiza, afirmaron ayer que esta infraestructura sigue funcionando bajo mínimos tras registrar un incendio a finales del pasado de julio. En este sentido, están en funcionamiento tres de las cinco bombas del tanque de tormentas.   

El presidente de la Asociación de Vecinos y Comerciantes del Puerto, Joaquín Manuel Senén, lamentó este nuevo vertido en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera. «Por desgracia», afirmó, «esto ya ni es noticia porque sucede cada vez que llueve». Senén aseguró que el problema de los vertidos de fecales en esta dársena «debería llevar a algunos a dimitir» puesto que, recordó, «se producen desde hace más de 20 años y aquí nadie se responsabiliza».    «El tanque de tormentas sigue sin funcionar al 100% y la realidad es que han convertido el puerto en la cloaca del municipio», añadió. Senén también criticó la actitud del concejal de Medio Ambiente, Jordi Saleweski, ante este «problema tan grave». «En el último Pleno dijo que no había solución», afirmó, «y eso no es aceptable».

Precisamente en la última sesión plenaria celebrada en el Consistorio, el concejal de Ciudadanos José Luis Rodríguez pidió explicaciones al responsable municipal de Medio Ambiente, Jordi Salewski, sobre la situación de esta infraestructura y las actuaciones llevadas a cabo por el Consistorio ante Abaqua para exigir su reparación. Rodríguez calificó de «tomadura de pelo» que el tanque no esté aún operativo. «El motor explotó en julio», recordó, «y a las puertas de octubre [el Pleno se celebró el día 29 de septiembre] no está arreglado. Es de mucha gravedad».

Salewski, por su parte, explicó que esta situación provoca que, dependiendo de la cantidad de lluvia que caiga, el tanque «no aguanta». Sin embargo, intentó restar importancia a los vertidos asegurando que «lo que sale por el puerto no es directamente agua fecal porque hay unos tamices que lo evitan». No obstante, el concejal admitió estar «preocupado». «Ha sido un accidente», añadió, «pero seguimos hablando con Abaqua para que lo arregle».