Imagen del estado de las obras. | Daniel Espinosa

El próximo lunes se darán por terminados los vertidos fecales en Caló de s’Oli ya que entrará en funcionamiento el nuevo tramo de tubería que se está cambiando en estos momentos. Así lo ha asegurado esta mañana el director gerente de la Agencia Balear del Agua y Calidad Ambiental (Abaqua) Guillem Roselló, durante una visita a los trabajos que se están ejecutando en la zona.

Unas labores que han sufrido un retraso de dos días con respecto a la previsión inicial de 15 jornadas al haber encontrado los operarios roca a la hora de cavar. De cualquier forma, Roselló ha indicado que se ha podido trabajar tan rápido en esta sustitución del tramo de tubería averiado porque ya existía un proyecto realizado desde el año 2019.

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Asímismo ha indicado que, aunque no se puede saber la cantidad de litros de aguas fecales que se han vertido al mar, las analíticas realizadas en la zona ponen en evidencia que la calidad del agua es apta para el baño.

Por su parte el secretario general de Abaqua, Juan Calvo, ha reiterado que la prioridad de la empresa pública ha sido mitigar al máximo el impacto de estos vertidos. De hecho, ha anunciado que el próximo lunes empezará a trabajar una auditoría ambiental que se ha contratado para ver el efecto que puedan haber tenido estas aguas fecales en el litoral y, de esta forma, saber qué actuaciones habrá que llevar a cabo para corregirlos. Dicho estudio tendrá un coste de 14.000 euros.

Gulliem Roselló ha vuelto a recordar que siguen a la espera de que los ayuntamientos de Sant Antoni y Sant Josep pongan a su disposición una serie de terrenos para poder ejecutar las obras de la nueva estación de bombeo. De hecho, ha asegurado, el Proyecto ya está hecho y solo están a la espera de estos terrenos.