Algunos vecinos del centro de Sant Josep muestran su malestar respecto al reparto del correo en su zona. Es el caso de José María Vera, quien relata que «desde que, hace unos años, se jubiló la encargada del reparto del correo en la localidad de Sant Josep de sa Talaia, el reparto de la correspondencia es un verdadero desastre». El vecino de Sant Josep se refiere a contínuas «devoluciones sin justificar».

Devoluciones que, en ocasiones, son más que llamativas. Vera, que participa en la coral de la parroquia, relata que «desde la Abadía de Montserrat, nos enviaron una carta remitida a la Parroquia de Sant Josep y fue devuelta por desconocido. ¡Sólo hay una parroquia y está en la plaza del pueblo!».

El caso de Toñi Ribas tiene dos momentos más delicados. El primero tiene que ver con unos certificados médicos que tenía que recibir desde Barcelona. El segundo se refiere a unos talonarios de recetas médicas que debía recibir desde su mutua y que fueron devueltos hasta en tres ocasiones.

Hartazgo

Joan Tur también vive en el edificio ubicado en el número 6 de la calle de la Pau. En pleno centro josepí. Su hartazgo con el servicio de reparto de correo le ha llevado a elegir como destino de sus cartas la dirección de su familia en Sant Miquel. «Allí sí que llega todo», declaraba antes de enumerar distintos episodios en los que nunca le llegó el correo que esperaba. Una de las ocasiones tenía que ver con el cambio de papeles de un vehículo; en otra de las ocasiones, tras esperar infructuosamente una nueva tarjeta bancaria durante semanas, decidió pedir que se la mandaran directamente a la oficina bancaria.

Sofía Tur apenas tiene unas semanas de vida y su madre, Maria, espera todavía que le lleguen los resultados de la prueba del talón.

Vera se encuentra esperando su carnet de conducir renovado y se mostraba preocupado: «Espero que me llegue antes de que se caduque el resguardo provisional». El vecino de Sant Josep, que reconoce que «tal vez es verdad que los buzones están en el portal, no a pie de calle y se ven poco», ha colocado un cartel a pie de calle con una flecha indicando dónde se encuentran. «A ver si, así, saben encontrar los buzones», explicó Vera con ironía mientras añadía que «Sant Josep no es un gran núcleo urbano, el número de calles no llega a 20; no es tan difícil aprendérselas».

Desde Correos aseguran que el servicio en Sant Josep se sigue prestando con normalidad y que en ningún momento el reparto ha dejado de funcionar. De hecho apuntan a problemáticas que la nueva persona encargada del reparto postal se ha encontrado al jubilarse la anterior titular:«Existían muchas deficiencias para el reparto diario de la correspondencia en ese entorno: falta de buzones, viviendas sin número de policía, direcciones incorrectas, edificios sin timbre. Desde la llegada del nuevo repartidor se han subsanado muchas incidencias, se han instalado más 40 buzones en viviendas y locales y se ha informado progresivamente a los destinatarios de la normativa para que vayan subsanando las deficiencias y mejore la calidad de la entrega de los envíos» explicaban desde Correos.