De izq. a dcha. Isabel Dorado, Antonia Colomar y Soledad Manzano, de la asociación Aspadif.

Las familias de los enfermos de patología dual en Ibiza y Formentera escucharon ayer con «indignación» las palabras pronunciadas por la consellera autonómica de Salud, Patricia Gómez, sobre cómo está gestionando el Govern esta patología en las Pitusas. Gómez admitió que faltan recursos pero también presumió de los resultados obtenidos hasta ahora a pesar de que la unidad abierta en Can Misses en 2019 funciona bajo mínimos.

La secretaria de la Asociación de Patología Dual de Ibiza y Formentera (Aspadif), Soledad Manzano, explicó a Periódico de Ibiza y Formentera que «la unidad está prácticamente desmantelada». «No sabría calificar lo que siento», dijo Manzano tras escuchar la intervención de Gómez ante el Parlament, «no sé si siento estupor, inquietud o alarma». Y añadió: «La unidad está casi desmantelada. Los enfermos o han abandonado el tratamiento o los tenemos que atender en paralelo».

Las palabras de la consellera Gómez fueron la respuesta del Govern a una pregunta formulada por la diputada autonómica del PP Tania Marí, quien volvió a llevar a la Cámara la mala situación que atraviesan los servicios dedicados a los enfermos de patología dual en Ibiza y Formentera. Marí advirtió a Gómez de que «cada vez que retrasan los recursos, condenan a las familias al abandono y la desesperación». La diputada recordó que Mallorca cuenta con una unidad de ingreso para patología dual. Y, aunque destina un porcentaje de sus plazas a pacientes del resto del archipiélago, el hecho de que esté en otra isla, dificulta tanto el tratamiento de los pacientes como la asistencia por parte de las familias. Según explicó, la lista de espera para acceder a esta unidad es de entre seis y ocho meses y, cuando por fin se adjudica la plaza, los pacientes tienen problemas para las salidas de fin de semana y las familias no lo tienen fácil para viajar a la isla.

«La unidad en Ibiza», subrayó Marí, «es imprescindible para estabilizar a los enfermos». Pero también porque no se puede judicializar esta enfermedad «con órdenes de alejamiento». Por ello exigió a la titular de Salud que active los recursos necesarios para que estos pacientes y sus familias puedan ser debidamente atendidos en Ibiza y Formentera. Por estos motivos, Tania Marí exigió al Govern que demuestre «con hechos» que realmente se han producido avances en la atención a los pacientes de patología dual en Ibiza y Formentera y recordó que sus familias llevan más de un década reclamando los recursos para poder sacar adelante a sus hijos.

«Mucho por hacer»

La diputada recordó también que el Consell d’Eivissa y los cinco ayuntamientos de la isla están dispuestos a financiar cinco plazas de ingreso en Ibiza, que deberían completarse con otras 10 por parte del Govern, para así contar en la isla con los recursos necesarios para atender a estos enfermos.
La consellera de Salud, sin embargo, no está dispuesta a acceder a esta propuesta y en su intervención planteó que, si Consell y ayuntamientos acceden a poner pisos tutelados a disposición de los enfermos, el Govern se hará cargo de los recursos sanitarios. Gómez se escudó también en el reconocimiento que han hecho desde Aspadif de la labor realizada por el Govern para defender su gestión, aunque también reconoció que «queda mucho por hacer».

La secretaria de Aspadif, Soledad Manzano, por su parte, admitió que es cierto que en los últimos años se ha avanzado en salud mental en las Islas. «Reconozco que apostar por traer la unidad de patología dual a Ibiza», indicó en este sentido, «fue un acierto». Sin embargo, advirtió de que «en este momento no hay un profesional psiquiátrico formado en esta especialidad» y añadió que el tratamiento que están recibiendo los pacientes «no es el adecuado» porque es «muchísimo menos integral».

El apunte

«Debería preguntarse dónde están ahora los enfermos»

La secretaria de Aspadif, Soledad Manzano, recomendó a la consellera de Salud, Patricia Gómez, preguntarse «dónde están ahora los enfermos y las familias» que deberían recibir tratamiento en la unidad de patología dual de Can Misses. Y es que el tratamiento de estos pacientes tiene peculiaridades con respecto a los de otras enfermedades mentales. El papel de las familias es fundamental para ayudarles, así como la cercanía de los recursos sanitarios y asistenciales.